lunes, 17 de octubre de 2011

LAS RAZONES 1: La noche del Titanic

"Las razones" es una serie de reflexiones que fundamentan para mi el voto del 23 de octubre próximo. Te los largo de a uno y seguiditos, esperando compartir las sensaciones y las respuestas que yo encontré en estos años. Va.


Pudo haber sido casualidad. A veces lo pienso, pero no. En América (o en el Tercer Mundo, categoría aún válida) hablemos de arbitrariedad o de azar, pero no de casualidad por favor. Sucede que ahora, que casi no van quedando los que no estaban de acuerdo (como siempre ocurre en los triunfos), parece obra de la lógica.


Pero no lo es. Dosmiltres era un año que comenzaba mal, luego de un par de años malos y otros también malos. Esas imágenes tan europeas de los indignados, eran moneda corriente con sólo caminar por Florida así como ahora lo hacen los turistas. Está la gran puerta, magnífica, del (ex)Bank of Boston resguardada aún por una lisa de chapa gruesa, que no está lisa ni lo estuvo de tanto golpe incansable de martillos y loquesea. Devuelvanmelosahorros… decían los nuevos náufragos. Recuerdo al que se instaló con su familia en el hall de otro banco con reposeras, sombrilla, baldecitos y heladerita porque la retención forzada de su dinero le impedía pasar las vacaciones en otro lado. Un sector medio ofendido, vulnerado, tomado por pelotudo. Humillación, no humillados.


Los Humillados eran otros, pero no se veían. Estaban lejos, no tenían cuentas en esos bancos ni en ninguno, y tampoco acostumbraban pasear por Florida. Cartoneaban, y si la base era la 31 entonces si, esa y la de los hoteles que merodean Plaza San Martín, era su zona.


Había humo en lugar de aire. Recuerdo de fogatas, fuego de caucho y corte. Y se dio eso brevemente, lo que se le ocurrió a un antiguo militante piqueteycacerola…


La corporación política en la tele tras la defección de aquel hijo dilecto. ¿Cómo hubieran podido pensar las viejas que lo saludaban de lejos en la asunción del primer lord mayor electo de Buenos Aires –porque les valló el intento de tocarlo- que iba a terminar en el helicóptero blanco y grande que compró Menem? Se decía que si alguno veía a De la Rúa entrando a un banco con un arma y una bolsa, hubiera dicho “mirá, el Chupete va a depositar”. Confianza, la Ciudad Puerto al menos se la tenía. Y el progre desahuciado que desesperado decía “yo lo voté por el Chacho”. Pero el Chacho se las había tomado porque fue un pionero en eso de “vi algo que no me gustó”. La Alianza fue el mal gobierno de los cobardes. Jóvenes sushi chorros, saltimbanquis progresistas con cara de yonofui. Una larga manga de turros, hijos de puta y canallas. Residuos de los ochentas y noventas, malogradas camadas de politiqueros basura. Un verdadero fin de las ideologías y la muerte de la historia. Telón.


Puerta, Camaño, Rodríguez Saa… siete días, cinco noches, Chapadmalal (all inclused), corte de luz, corrida, San Luis, renuncia. Default. Grosso devaluado hasta la lástima con su prontuario a cuestas. El país se acaba. Cacerolazo. La Plaza tierra de nadie. El Cid Campeador. Cortes en el sur, cortes en todos lados.


Uno termina respirando el humo, porque tenemos que ver con algo de todo, algo apoyamos, en algo nos equivocamos. Todos jugamos. No todos tenían el gran juego, claro y como siempre. Y un buen día se ordenó (¿?). El Senador se hizo cargo. Llovieron Jefas y Jefes para parar a los negros. El corralito se hizo corralón. Rescate bancario en alta mar. Rescate empresario en tierra firme.


Había un susto... A veces pienso si era verdad que el país se hundía, si ese insumergible era el Titanic. No se, pero es lo que decían. Guerra civil… ¿quién contra quién? No se, unitarios y federales, porteños librecambistas contra industrias provinciales, no se qué nombre les(nos) pusieron. Pero de golpe, la rueda del infortunio se detuvo y todos quedamos como estábamos medio frizados. El deterioro social corre igual como las quemaduras cuando ya no hay fuego. Pero eso no se ve, claro.


La idea no es hacer una cronología; pero como terminar el párrafo sin subir al puente, sin correr por todos lados, sin recluirse en la estación Avellaneda, sin encontrarse con la mirada de hiena de Franciotti. Venían agitando, venían pidiendo un muerto y tuvieron dos. Y se tuvieron que ir meses después, pero antes de lo que se esperaba.


El Senador no se pudo presentar (nunca por el voto popular parece). Aparecieron las fuerzas vivas, los progresistas de todo pelaje y juntos. Lilita era de centroizquierda. La CTA con las firmas del petitorio aún en la mano (a tres años casi) daba salvoconductos de santidad. Y el gobernador de Santa Cruz no quería abandonar el PJ… se presentó junto con otro “peronista”. En un momento los encuestólogos dibujaban algo así como el último círculo del infierno: una segunda vuelta entre Menem y López Murphy.


Como para morir con las botas puestas (o los escarpines, vaya uno a saber), una opción fue votar al gobernador de nombre impronunciable (en primera vuelta, por las dudas). Era la última opción de Duhalde malhumorado. El Lole asumía su renunciamiento permanente sin honores y desde ya sin lucha, De la Sota no medía. Pocos sabían del grupo Calafate, un lunfardo patagónico. Pocas esperanzas que arrancaron con un 2% y un desconocimiento enorme.


Refresco la memoria, Menem ganó con un 25%. Kirchner sacó un 22, 5 (creo). Iban a una segunda vuelta miserable. No quiero ser hipócrita: qué país de mierda en el que gana semejante hijo de puta.


Todos lo sabemos, no hubo segunda vuelta. El nuncaderrotado se bajó y nos dejó otra vez en bolas. Con los resultados brillantes de la década neoliberal, los desocupados, la miseria, los humillados, las generaciones perdidas. El sistema político nos dejó con bronca, y el sabor feo de que la democracia no cura, no da de comer, no educa.


Esa noche, Kirchner y nosotros nos quedamos solos y a oscuras. Todos los demás se habían ido. No había ya un país.

1 comentario:

  1. vos sabès que sì?.... yo tambien tenía esos días la sensación de estar prefundamente solo en esta tierra y con estos ideales... recuerdo después, el 9 de julio y charly en la plaza, cantando el himno y la gente abajo con los dedos en V, y yo pensando... "cuanto duraremos?"...
    Guille

    ResponderEliminar