martes, 18 de octubre de 2011

LAS RAZONES 2: Néstor

Una sonrisa amplia, un ojo entrecerrado aguantando el sol de mayo, la mano afuera de la ventanilla entreabierta. Granaderos adelante, la fanfarria atrás. ¿Cómo sentir tan propia una foto tan vista? Será por esa estupidez congénita y cristiana de renovar la esperanza contra toda experiencia. Pensar “viva el presidente”, otra estupidez y casi traición para quién ha pensado tantos años que el Estado es el estado burgués y el presidente es otro presidente. Gritarlo a dos metros del fulano encima, no tiene calificativos.


Pero no me equivoqué porque Néstor ya no me puede cagar. No se si no habrá dejado alguna convicción en la puerta de la Rosada. Lo que si se es que vi la zambullida (digo una y fueron muchas) entre la gente, como un pogo de institucionalidad. El camarazo que esta vez no fue por Cabezas sino de torpe y zarpado.
Es el “presidente que si fue”. Va el rosario picado grueso. La Corte, pero no lo que siempre se relata, me quedo con el tipo en cadena nacional diciendo que lo vinieron a apretar y pidiendo el banque. Algo que no se había hecho. Sonó tan de militante y pareció tan sin pulover. Sin embargo, explotó en muchos, iba en serio. ¿Así iba a ser? A cada cagada montada una denuncia, un pedido de ayuda. No, pero qué bien vino.


Esto no es un resumen, repito, va como sale. Busco una imagen que poner antes de la que quiero pero no encuentro… El tipo abre las puertas de la ESMA y fuimos una marejada que venía de tan lejos. Pedazos de adolescencia que habían quedado bajo las piedras salieron a la luz ese día en un territorio maldito pero distinto, empezaba a ser exorcisado. Cayeron uno a uno los pilares de la impunidad que se había hecho material constitutivo de la democracia débil, o cómplice. El dedo señaló la pared en que estaban colgados los cuadros y, con la diligencia de quien cumple una orden, un general de esta época descolgó las imágenes de los criminales. Era su gesto, su dedo, su mirada que tantas veces sirvió para la broma porque no se sabía a quién se dirigía, pero sabía muy bien adonde apuntaba.


Mi viejo diría que siempre se habla bien de los muertos, algo que pudo comprobar por si mismo. Es cierto. Néstor fue un baldazo de realismo. Si la política era el arte de lo posible, él venía a opinar qué cosa en tal caso era lo posible.


Y acá un tema… No se trataba de esos íconos que uno agencia y que cumplen con todos los recaudos de la gloria. No transar, luchar incansablemente y siempre, marcar un camino, morir antes de tiempo. Es impensable sin los sesentas y los setentas, pero no quedó encerrado en el cuadro del setentismo ni del progresismo. Ni de la izquierda. A veces pienso que para dar cuenta de la postmodernidad, primero hay que atravesar la modernidad. En un mundo penetrado irremediablemente por la globalización y la crisis del estado de bienestar (otro problema europeo que se nos cayó encima), con un Muro caído a ambos lados y una guerra que de fría pasó a ser gélida y televisada, alguien tenía que poder leer bien las historias secundarias del neoliberalismo.


Pesito a pesito se va haciendo el montoncito. Superávit fiscal. Pago al FMI para desmadre del pensamiento políticamente correcto a la izquierda. Foto en los diarios de funcionarios fondomonetaristas abandonando las oficinas cerradas del organismo en el corazón del Ministerio de Economía. Una foto en simultáneo con Brasil. El país no rompió ni se rebeló, no denunció la deuda, sólo se deshizo de un contralor colonial, apenas eso.


Prometió un país en serio y uno se pregunta ¿qué es eso? Orden de cuentas, una cosa para adentro y para afuera. Deuda, negociación, quita, reestructuración. Es decir, pago. Algo incomprensible si no se da vuelta por el otro lado de la mesa. Adentro, el Estado comenzando a reparar. Transformar planes lentamente en laburo, pacto con empresarios que privilegien la creación de puestos de trabajo. ¿Pactos? Si, el tema es el para qué. Hasta pactos con Clarín. Con todo aquel que aceptara las reglas del juego que iba apareciendo.


Generalmente, cuando se dice “pragmático” uno se refiere a alguien que toma decisiones que le permitan tomar otra más. No se habla de dirección. En este caso si.


A muchos nos pareció que no era el momento de pelearse con Duhalde, y después que no era el momento de parar. Y aparece el tema del PJ.


El PJ es la piedra del escándalo, la locura que divide las aguas del buen pensar. Sería tan bueno que algunos dijeran que no están de acuerdo con que exista el PJ… porque es lo que es, trae su historia, no podemos diseccionarlo. Néstor era peronista, pertenecía a ese partido y no dudó en zambullirse (y otra vez) de cabeza. Ganó a los buenos y a los malos –sobre todo ese aparato bonaerense- y construyó poder también ahí. Algunos votos parlamentarios lo fueron por convicción y otros porque el nombre de este jefe comenzaba con K. Néstor fue peronismo explícito. Hay gente a la que no les gustan las porno, es así.


Y con esa fuerza… un minuto, traduzco: con esa nueva correlación de fuerzas (que involucra todo lo que vengo diciendo y no un elemento aislado) transformada en poder político se fueron armando otros escenarios impensables unos pocos años antes.


Estamos en el infierno camino al purgatorio, decía. No una revolución (menos La Revolución). Y se me ocurre, ¿por qué todo esto les parece a algunos tanto menos? Tengo dos respuestas, voy por una. En nombre de La Revolución (y el Socialismo) se han cometido verdaderas atrocidades, se erigió un imperio, se colonizó cultural y militarmente, se falsificaron principios. Y se hicieron una cantidad de cosas buenas, que se parecen en cuestión de derechos y realizaciones a muchas realidades del primer peronismo (1946-1955), a veces son inferiores incluso. Llegar al purgatorio en Argentina significaba poner bases distintas de la canallada neoliberal, no es poca cosa.


Una primera cuestión. La otra es la “desprolijidad”, el tema de los buenos y los malos, la muy señalada y poco pensada “corrupción”, el hecho de que las cosas no son como una las sueña cuando te fuiste a la cama después de comer basura. Hay pesadillas en los sueños y ni un momento de tu vida es tan puro como uno quiere creer.


Y esto último otra vez tiene que ver con el peronismo. Hay que aceptarlo y comprenderlo, no todos quieren ser peronistas. El peronismo es para todos pero no es para cualquiera. Y hasta ahora se ha demostrado que es el único movimiento popular capaz de ejercer el poder en Argentina y dar vuelta cagadas imposibles (alguna de ellas defecada por otro sector del peronismo). Néstor sintetizó los claroscuros… ¿Alguno pensó cómo gobernar el purgatorio?, porque dirigir el paraíso no me parece una gran proeza la verdad.


Y como de revolución no se trataba la cosa, terminamos un buen día en Mar del Plata rodeados de fulanos como Chávez, Evo Morales, Lula, destruyendo el plan ALCA en plena cara de Bush. Marketing seguramente… Miles bancando otra independencia americana. De eso se trataba. El MERCOSUR administrativo y aduanero se fue transformando en un bloque económico y político, desde donde fue posible generar un movimiento que alineó a Latinoamérica pese a muchas diferencias. La UNASUR marca un momento sin antecedentes de unidad continental, justo cuando el mundo se define en bloques y se cuestiona cada vez más la unilateralidad. Alguién lo vio antes…


Un buen día el turno de Néstor se terminó. Muchos vimos primero una segunda oportunidad, pero luego fuimos comprendiendo que se jugaba la primera oportunidad que teníamos en el siglo 21.

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