martes, 15 de agosto de 2017

CON EL PASO CAMBIADO



El oficialismo salió a festejar pronto (apenas habían pasado las nueve de la noche) y mal. La puesta en escena a la que nos tiene acostumbrados (en Costa Salguero con su "dueña" sonriente, la posible futura diputada nacional y ex Coas, la actual jefa de la Legislatura porteña Carmen Polledo). Alegría, mucho globo, papelitos, pantallas gigantes, onda fiesta electrónica creamfields, jóvenes cool. Y mucha -pero mucha- venta de humo. La cuestión era mostrar un triunfo nacional, y de paso tapar la indefinida elección en la provincia de Buenos Aires enfrentando a CFK.  


Las PASO operan como una gran y costosa encuesta nacional, ya que son pocas las fuerzas políticas que las utilizan para elegir candidatos en vistas a la elección nacional efectiva. Y como son útiles en tren de ver cómo viene la mano, vamos paso a paso a pensar en voz alta. De lo que lea, estimado compañero, algunas cosas ya se les habrán ocurrido o se las habrán comentado; con  otras espero sorprenderlo. Bien...


La Bonaerense

Cristina no iba a ganar por diez puntos, ni por cinco, como se ilusionaban (engañaban) muchos compañeros con tanto entusiasmo como desapego de la realidad. Tras la derrota de 2015, era lógico pensar que el panorama no cambiaría tanto, porque el famoso descontento que aún no se verifica en toda su dimensión no suele trasladarse automáticamente al voto, así como así. Pero si se podía ganar por poco, y también perder por poco. Igual no pudo ser; luego de la fiestita para los medios la orden que bajó al Correo fue la de cruzarse de brazos (y ahí está el video ¿no?) y no cargar una mierda, salvo los distritos favorables al candidato Bullrich. Como sabemos, la cosa se fue poniendo espesa y cuando los guarismos se equipararon, se paró del todo la carga del escrutinio provisorio (faltaban 07 centésimas para que la exPresidenta pasara al frente). Es posible que termine ganando, pero lo real es que el gobierno mostró su costado fraudulento (bien republicano, como aquello del "fraude patriótico"), manipulando datos que nadie podía controlar como correspondería. Por las dudas, el presidente se cuidó bien de decir que habían ganado la Provincia de BA. Vidal festejó no obstante, sufrió un poco ante las cámaras y suplicó que no aflojemos porque el cambio se consolida. Menos mal.


Digamos que CFK ganaba 14 de los 24 partidos del conurbano. Clarito triunfo en Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, José C. Paz, La Matanza, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno y Quilmes. En Hurlingham lo hacía por menos de un punto. Para conocimiento de la gilada, digamos que los Intendentes cumplieron y bien. Por su parte, el simpático de Bullrich triunfaba cómodo en San Isidro y Vicente López, y con menos pero lo suficiente en Morón, Ituzaingo, Tres de Febrero, Lanús, San Fernando, San Martín y Tigre.


En La Matanza (escrutados el 86,28%) Unidad Ciudadana ganaba con el 46,3% (Cambiemos 24,8), con picos espectaculares en lugares como Virrey del Pino: en muchas escuelas superó el 70%. Por decir algo, leyendo diarios.


La avenida del medio de Massa es de ripio, va al costado de la autopista, y está poco transitada. Usar la grieta, tanto contra ajustadores como contra corruptos, no funcionó. No fue polarización sino falta de realismo, para una fuerza política que acompañó casi todas las iniciativas legislativas del oficialismo nacional y provincial. En fin. 


Lo de Randazzo no voy a comentarlo porque no dseo perder tiempo en un fulano que me cae mal, que considero un desagradecido y mal parido. Espero que sus seguidores sencillamente lo abandonen y piensen de dónde vienen, ya que parecen no saber a dónde van.


La cuestión es que un 65% de bonaerenses no acompaña a la mejor gobernadora de la historia. 


La Porteña

Una brutal elección de Elisa Carrió, que arañó el 50%. El PRO gobernante está asentado en la Ciudad sólidamente, vino para quedarse y con este dato duro (muy duro) habrá que hacer los análisis y proyectar lo que sigue. Filmus cumplió su parte (Unidad Porteña es la segunda fuerza, aunque no pudo romper ese sólido 20 a 24% en el que nos arrincona la vecindad) y se confirmó que la estrategia de unidad planteada por Víctor Santa María era correcta. La entende entre el PJ tradicional y La Cámpora (el núcleo básico del acuerdo) mantiene unido al espacio y permite alianzas hacia el progresismo y también hacia sectores más "prudentes". Lo dicho ya en el anterior "Las reglas del miedo" (véalo en este mismo blog, es la nota anterior a esta) vale para esto, como para no andar repetiendo cosas. 


El país "federal"

Primero, el bochorno de Santa Fe. El gobierno liberal festejó también un triunfo que no fue y, utilizando los mismos métodos para falsear lo que pasó (y de allí lo de "fraudulento") a lo largo de una noche larga, el Chivo Rossi se alzó con un triunfo merecido y reconfortante. Ojalá sirva para unificar y potenciar al peronismo santafesino de una vez (y no digamos más, porque los compañeros de esa provincia saben bien de lo suyo, uno toca de oído). El oficialista Frente Cívico encabezado por el Socialismo quedaba en un oscuro tercer lugar con el 13,2%.


Cambiemos ratificó su peso en las provincias que gobierna como Mendoza, Corrientes y Jujuy. Ganaron impresionantemente en San Luis, aprovechando el desentimiento entre el expollo Poggy y batieron a los Rodríguez Sáa por casi 20 puntos (57,5 contra 38,3%). En Entre Ríos, superaron al Justicialismo moderado de Gustavo Bordet (47 a 42%). Santa Cruz, como era de prever, fue la piedra del escándalo por lo simbólico, el candidato Eduardo Costa (radical de Cambiemos) se llevaba un 46,3 contra el 28,5 del Frente para la Victoria. En La Pampa caía la lista del gobernador Verna por 11 puntos. Algo parecido pasaba en Neuquén, en donde el oficialismo nacional le ganaba al Movimiento Popular Neuquino, en una elección más repartida. 


Pero ojo, porque ahí se termina la fiesta. En Santiago del Estero, los Zamora atronaban con un 65% y le sacaba más de 50 puntos a Cambiemos. En Misiones, Closs hacía un 41% frente al 28,5 del PRO. Se mantenían ganando, los chaqueños Peppo y el Intendente de Resistencia, el compañero Jorge Capitanich. El Frente Chaco Merece más hizo un 43,6 contra el 37,2 de los radicales que Cambiaron (de pelo, no de mañas). Catamarca le sacaba al Gobierno Nacional 10 puntos; Formosa con el difícil de explicar Gildo Insfrán alcanzaba una nueva victoria por más de 20 puntos.


También ganaban los gobernadores Uñac de San Juan y Manzur en Tucumán. En la Rioja, Carlos Menem (cuya candidatura pende de un hilo y está a disposición de un fallo judicial) se imponía con el 44,6 contra el 36,1 de Cambiemos. Salta con Urtubey -la cabeza del anti o no cristinismo- iba 37 a 25 y también ganaba. Allí el kirchnerismo se quedaba con un 17,2 al margen de las huestes del gobernador.


Emilia Soria, hija del malogrado gobernador Soria, asombraba con un amplio triunfo en Río Negro batiendo a Cambiemos y al gobernador Weretilneck, ese oportunista que quedaba tercero.  Por último, en Chubut también ganaba el Frente de Das Naves.


Es decir, el peronismo provincial -en sus variadas formas y estilos- se mantuvo y habló alto y claro.


Y para terminar...

El triunfo nacional no lo es tanto. A una secta liberal aggiornada que se atrincheraba en la unitaria Buenos Aires, el radicalismo (tras su larga decadencia tras el desastreDelaRúa) mutado y reconvertido le dio el soporte para pasar la zanja de Alsina. Hoy, Cambiemos -con su núcleo PRO- es una fuerza nacional, sin discusión. Nada hubiera sido posible sin los guiños de la Dra Carrió, ni la complicidad de personajes como Aguad, Sanz o de la calaña de Morales. También es un triunfo radical, que es hoy un partido conservador. 


El peronismo resiste..., también a la unidad y al liderazgo que tiene, les guste a alguno o no, en la persona imprescindible de Cristina Fernández de Kirchner, diputada, senadora, dos veces Presidente, y alma de un peronismo que no se entrega ni se entregará. 


Distintos, con el mismo corazón y las mismas convicciones, cuando el pueblo quiera, pero vamos a volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario