miércoles, 21 de junio de 2017

LAS IDEAS NO SE MATAN

De camino al exilio en Chile, se dice que Sarmiento escribió en una piedra "las ideas no se matan" (y lo puso en francés, el muy fino). Lo que sigue no tiene nada que ver con el gran sanjuanino (ponga usté gran qué cosa, a gusto), sino conque es cierto que hay ideas que no se sacan así nomás. No hablo de grandes ideales, de valores como la justicia social, la solidaridad o el mero compañerismo, que se sienten o se aprenden a sentir desde el vamos... o no. Tampoco de esos pensamientos complejos sobre la economía política, que da sustento a eso de "patria si, colonia no". Todo eso no suele fijarse en la cabeza como los preconceptos, los prejuicios y algunas burradas que se adhieren como chicles y hacen nido, se alojan, se mimetizan y se transustancian.

"Cristina es chorra" por ejemplo (o su genérico más gorilón, aunque sincero: "los peronistas son todos chorros"). Cristina es dueña de una cadena de hoteles en el sur y los alquila a precios exorbitantes a conocidos que benefició siendo Presidenta y se guardó la guita. Mientras Devido se choreó todo con la obra público y le pasaba a CFK su parte de las coimas. Toda la guita iba a parar a múltiples cuentas en el exterior. Y más, como si usté y yo estuviéramos en esos livings que se arman a la tarde en programas de "noticias" para hablar de cualquier forrada. Las pruebas te las debo, eso sí. Las causas no van ni para atrás ni para adelante, y eso que la corporación judicial -que es la mafia judicial, y no el poder judicial- tiene ahora las terminales bien alineadas con Balcarce 50 y/o una cuadrita al costado tirando hacia Retiro, cerca del Nación, donde una placa tapa lo que siempre fue, la Side.

Pero el portador de la idea fija lo cree todo, porque para eso tenía la idea pegada, para recibir la sospecha y reconocerla como propia. Decir que eso es antiperonismo nos diluye el problema y encima enaltece al mequetrefe vociferador a la categoría de pensador y poseedor de una ideología que no es tal. Se trata de estupidez lisa y llana, de la que se valen los que no son ningunos estúpidos y les chorrea hijaputéz por todos los poros.

Porque vea, que si de Cristina no pudiera probarse que es una chorra, queda lo de soberbia, altanera, maestra ciruela. Todas cuestiones molestas si le apetece, pero que no llevan a una sanción ética. Puede ser que la Señora despierte algún sentimiento de inferioridad y sabemos que cuando un forro se siente forro, puede ser peligroso.

Y otra pregunta que se me aparece como una manifestación de la primavera: ¿por qué justo cuando se reivindican cuestiones populares, derechos, historias "no oficiales", por qué cuando se cuestiona al neoliberalismo y se gobierna un poco para los de abajo y los del medio abajo, surge la fiebre de la corrupción? Porque hay que voltearlos y punto. Y con esta Señora no se pudo, entonces hay que llenarla de mierda, para que ni usté ni yo vayamos por ahí diciendo barbaridades sobre la curiosa relación que hay entre una necesidad y un derecho, como para calentar motores.

El patrón dice chito, el celador dice chito. Entonces se me calla. Que nos de un ataque de vergüenza, depresión, impotencia, o simplemente que nos de un ataque. Y nos callemos, y no votemos. Que desaparezca ese cuestionamiento, esa mirada de reprobación, el ímpetu de pelear y de volver y volver y volver y volver. El sueño de la oligarquía es que el mismo pueblo, o una parte importante del pueblo, nos rodee y nos haga callar. O nos eche, o nos escupa. O que simplemente y finalmente, desaparezcamos de la faz de la tierra.

Recuerdo una cosa que decía una señora por ahí, algo como "estos hacen las cosas bien, sólo porque quieren ganar las elecciones". Y de esto se compone o descompone la idea del "populismo" que pretende reemplazar al concepto "peronismo". Este abuso pornográfico de lo popular parece que produce engatusamiento, una fuerza interior de tozudez hecha programa político y doctrina (que es peor, mire). No sé, enloquecen, se ve que da miedo.

Y mire qué curioso, esa conciencia nacional, de derechos sociales, políticos, económicos, de continentalismo, todo eso que se malconfunde bajo el rótulo miserable de "populista" (en lugar de decir peronista, progresista, zurdo, y siga más allá de la pared si quiere), no funciona como la idea incrustada en el cerebro que le decía.

No. Para tener estas ideas hay que sentir (no "sospechar"), saber (que conlleva "aprender") y pensar. Es tremendamente difícil y te duele la cabeza. Tan difícil que lo puede hacer cualquiera que no haya sido penetrado (ay) por la merda del sistema que te roba siempre las vértebras esas cuya función es mantener la cabeza alta y la posición erguida.

Ahora bien, ¿significa esto que nuestros compatriotas, esos que portan el prejuicio antiperonista como el balazo que llevaba Mitre metido en la frente, no tienen remedio? Tienen remedio, eso sí, aunque no todos. Porque ser prejuicioso y aún medio gorila no siempre significa que el proceso sea irreversible. Hace falta si que el fulano o fulana no se regodee demasiado con la desgracia ajena para sentir el placer propio, porque eso sí que es jodido. Hace falta que no sea un envidioso empedernido. Estos casos suelen ser graves porque el enfermo no reconoce padecer del mal.

Y uno dice, o un coso me dice ¿para usté todo el que no está de acuerdo con ustedes es un enfermo? No sucumbo a la tentación y le digo que no, que de ninguna manera. Hay gente que no acuerda con uno y está cargado de argumentos. Es más, gente con la cual uno debió coincidir pero no podía blanquearlo mucho porque estaba cuidando la Patria -digamos- o creía que así estaba bien aunque no todo fuera del todo bien.

Pruebe en darle a esos otros menganos la razón en un par de cosas -seguro que hay un par- y manténgase firme contra lo que es pura manipulación mediática, pura alucinación gorila sin prueba alguna (y con mucha prueba en contra, agrego). De eso no nos bajemos, pero de lo otro sí. Y va a ver como la cosa cambia; y si no llega a un acuerdo al menos verá que la distancia está un poco más corta.

Y un día por ahí se reconstruye ese 54% que no es todo propio, que lo hicieron estos también. ¿O usté piensa que importamos gente de otro lado en aquella oportunidad? ¿O usté piensa que gano Carrió en el 2011 pero le afanamos casi el 40% de los votos?... porque mire que esto también se dijo. Entonces, el famoso frente ciudadano -a mí tampoco me gusta el nombre- no es, como uno pensaba, para ir a buscarlos a la casa y cagarlos a trompadas, sino que es para reencontrarnos, que nos viene haciendo falta. Y vio... la Señora sabe, aunque no te diga todo. Y ahí cuando menos se pensaba, la Mina nos puso la Unidad Ciudadana como para ir parando el espantajo que el neoliberalismo nos trajo de vuelta.

Como le decía, no se pueden matar esas ideas fijas; yo sugiero que le vayamos de costado. Que le ganemos la confianza en base de ser más sinceros, más críticos, menos pelotudos, menos infantiles, menos estalinistas (ya se que no se escribe así). Brutal, me lo digo, no es que se lo digo. Y no por eso vamos a dejar de estar donde hay que estar y en el momento en que hay que estar. Será que es posible vencer ese cerco imperialista que bloquea las mentes, deshace las sonrisas y pretende que se acepten cosas que son absolutamente inaceptables. Y que van contra la vida y hacienda del pueblo (o pueblismo).

El gobierno y el poder mienten mucho y todos los días. Descaradamente. Tienen como hacerse oír, tienen sus perros y sus escribas, tienen casi todo. Nosotros tenemos lo de siempre y vea que va dando resultado. Como el hecho maldito, de un país burgués.

Es cuestión de hacérselos otra vez.



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