viernes, 4 de noviembre de 2016

LA INSOPORTABLE LEVEDAD



“…una persona que proyecta una energía confiada y entusiasta podrá persuadir a un grupo de personas para que siga la idea más estúpida jamás concebida. ¿Por qué? Porque, insisto, su energía ejerce una influencia sobre los que escuchan, estén o no conscientes de ello.”*

En ese párrafo se habla de la importancia de la energía en la evaluación y conocimiento del otro; habría que aclarar que el autor también es conocido como “el encantador de perros”. Así y todo, cualquiera que haya leído lo anterior puede creer que uno está hablando del elenco gobernante y así es, la metáfora es lo de menos (o no).

La alianza Cambiemos agregó a las disparatadas ideas del neoliberalismo una manera estúpida y efectiva de comunicarlas. La banalidad siempre ha sido directa y de resultados rápidos porque apela a un sentimiento indefinido, a pulsiones más que a ideas, representaciones tiradas de los pelos de la gente por otra gente que de esto sabe un rato. Manipulación y mentira lisa y llana. 

A propósito de esto, se cumple un año del “debate presidencial” en el que el actual presidente desgranó una sarta de pavadas y promesas infantiles, que luego no cumplió. Y un año también de que el candidato perdedor, se quedara con sus verdades y reconocimientos –a veces tardíos- aplastado bajo el mote de sembrar “el miedo”, aunque tenía razón. 

Paradojas. Es generalmente el miedo el que guía el voto o el apoyo hacia la derecha. El miedo a perder lo que se tiene, el miedo a que otros lo tengan (y entonces, nosotros lo perdamos), el miedo a la inseguridad (y que nos roben lo que tenemos) –usté dira la certeza de la inseguridad, puede ser-, el miedo a que los grandes poderes se molesten con uno, el miedo a no ir con la manada, el miedo a tener problemas. El miedo a pensar mucho y que duela la cabeza. El miedo a las cifras. El miedo a que a uno lo enreden y lo convenzan. Algunas de estas cosas (que les deban miedo) terminaron pasando, justamente porque votaron como votaron. Pero bueno, yastá, lo dijimos muchas veces. 

Las ideas del liberalismo son descabelladas. Propender al individualismo egoísta en un contexto necesariamente social es, cuanto menos, peligroso. Genera inseguridad y resentimiento. Pretender que unos pocos ganen y que muchos pierdan un poco, bastante o todo, y se banque la situación como si no pasara nada, es francamente imbécil. Naturalizar que las desigualdades son producto de erróneas decisiones personales, que un “perdedor” (famoso “looser”) lo es por su propia incapacidad y falta de iniciativa… es una turrada. El neoliberalismo elimina de la mirada el contexto. Solo queda un fulano solo, que no espera. Y como eso trae necesariamente angustia, lo rodea de otros en igual circunstancia y les dice “juntos”, con un inesperado entusismo. 

Las ideas de derecha son una mierda y la comunicación está en relación con ellas. Pero dan resultado y eso es lo que nos da bronca. Digámoslo, han sido mejores comunicadores que nosotros. Más desfachatados, resultadistas, inmorales. Nosotros hemos sido soberbios, con la autosuficiencia de quién no considera que una buena idea y una exitosa gestión puedan ser derrotados. Pero se pudo. Permítaseme la opinión –sé que habrá otras en contrario sobre esto- y en tal caso, la forma personal de verlo. No es cuestión de buscar culpables, ni siquiera de encontrar culpas. Se trata de ver que el poder real –que no dejó de serlo ni un minuto, aunque no le gustó un carajo nuestro largo período de doce años- juega fuerte y con lo que sea, opera, corrompe, usa, también descarta. El poder real tiene como única misión ser, existir, y punto. Lo social sólo importa para garantizar lo más consensualmente posible ese poder. 

La derecha es peligrosa y tiene gente peligrosa. No hace falta pensar en un torturador para ejemplificarlo; la democracia les ha aportado muchas más cosas útiles que las dictaduras. Después de todo, la democracia tiene un enorme componente pro-sistema (antes decíamos “burgués”) y era hora de que cayeran en la cuenta de que tiene que ver mucho con ellos. El tema de siempre era el peronismo que hizo con la democracia una herramienta popular y todo se les fue al carajo. Setenta años despúes, le encontraron la vuelta y finalmente parece que ajustaron el collar al perro. Por ahora, uno siempre espera que sea por ahora.

Habrá que pensar que, a futuro, no podemos volver para hacer lo mismo y no porque no haya estado bien –estuvo más que bien- sino que habrá que considerar que hay reivindicaciones de la gente (en su nociva condición individual, de otra forma diríamos “pueblo”) que la derecha supo vehiculizar mejor. Uno puede y debe basarse en ideas, doctrinas, proyectos nacionales; lo que no puede ni debe hacer es hacer un fetiche con eso y plantear el eterno retorno a una supuesta era dorada felíz. Los pueblos viven para adelante; la historia es solo una didáctica para plantear problemas y alternativas.

Vaya descubrimiento... Igual, vale la pena repetirlo.

*César Millán: “Guía para un perro felíz”.

3 comentarios:

  1. ""El neoliberalismo elimina de la mirada el contexto. Solo queda un fulano solo, que no espera. Y como eso trae necesariamente angustia, lo rodea de otros en igual circunstancia y les dice “juntos”, con un inesperado entusiasmo. "".
    BRILLANTE PARRAFO. De eso se trata el problema mayor. De la asunción, contrariada, estoy de acuerdo, de que estamos ante sujetos sociológicos que ya no se reconocen en un colectivo. Menuda siembra la que nos espera en una circunstancia tal. Pero se podrá si encontramos las herramientas mentales, primero, y discursivas, acto seguido. Son formas de pensamiento lógico diferentes, me atrevería a decir. Ya no corre el silogismo sencillo.
    Sin renunciar a ideas y testeando mejor a los laderos porque no es casualidad tanta traición conjunta, se puede lograr. Tampoco la Unidad es hacer la vista gorda ante el cuadro que un día destapa que es un incivil declarado: hay pactos sociales que deben respetarse y las actitudes iniciales ya prefiguran a quien las enarbola.
    Una definición algo remanida dice que la neurosis "es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes". Bueno, la próxima reunión de talentos políticos no puede permitirle a los propios, baches ideológicos, otra vez. Está bien partir con ideas, pero lo más difícil, es sostenerlas en el tiempo. Y para eso se precisa de honestidad inicial que no se adquiere a mitad de camino. Estos tipos que nos avergüenzan en el Congreso y algunas agrupaciones sociales no salieron de un zapallo: los prohijamos al no detectar la prehistoria de sus dobleces e indefiniciones.
    Debemos comunicar más modernamente, estoy de acuerdo, pero es una comunicación no exenta de limitaciones porque la actualidad mundial nos cambió el sujeto a seducir y nos plantó en su reemplazo, una precariedad subjetiva extremadamente permeable a la mentira sencilla. Hay que llegarle, pero hay que buscar denodadamente por dónde, y esto implica no sólo modificar herramientas, sino descubrir otras nuevas. En verdad, se precisa de cuadros intuitivamente duchos y de mucho mejores intérpretes comunicacionales de los que hicimos uso (porque este fenómeno nuevo de la precariedad subjetiva se las trae, toda ayuda es poca para entenderlo). Saludos.

    ResponderEliminar
  2. GENTE COMUN VOTANTE DE LOS ATORRANTES NEOLIBERALES.

    YA LOS HAN ENGAÑADO VARIAS VECES, NO QUIERO SER MACHISTA PERO YA PARECEN LA TONTUELA DEL PUEBLO.

    SE TIENEN QUE FIJAR EN QUIEN LES ESTA HACIENDO EL VERSO.
    214 CAUSAS ,CONTRABANDO, EVACION, PATRIA CONTRATISTA, ENDEUDADOR SERIAL DEL GOBIERNO PORTEÑO.
    COLGADOR DE DEUDAS AL ESTADO:
    Macri debes al estado
    Sevel 124 millones de dólares
    Fiat 51 millones de dólares
    Autopistas 951 millones de dólares
    Correo 500 millones de dólares
    Y AHORA MAS CURRERO Y ENDEUDADOR, QUEBRADOR DE PYMES, BURBUJERO FINANCISTA, PEGADOR DE TARIFAZOS.
    DECRETADOR DE JUECES. DESTITUYENTE DE PROCURADORES Y FISCALES.

    ResponderEliminar