lunes, 18 de julio de 2011

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER (una más y no jodemos más)

El Proyecto Nacional en vigencia (desde 2003) nunca gobernó la Ciudad de Buenos Aires. Es decir también que, el peronismo, puesto en valor nuevamente por el kirchnerismo tras la deformación menemista, no ha sido gobierno de esta Ciudad. Esto es verdad, y no pretendo deshacerme de las gestiones delegadas por el Ejecutivo de entonces de Grosso y Dominguez.

La otra verdad es que la Ciudad Autónoma le es esquiva a este Proyecto. El gorilismo de décadas, un antiperonismo larvado que pasa a primer plano cuando el conflicto aparece. Una explicación (pero no toda).

Siempre se dice que hay un porcentaje de voto convencido a la derecha, así como también existe una franja similar de voto progresista (que puede incluir al peronismo o que el peronismo puede articular), y otro tercio (porque así de esquemática es la división) sería flotante, desideologizada, que va de un polo a otro según convenga. Otra explicación (más descriptiva que explicativa).


Es cierto que existe un voto “volátil”, que puede cambiar de un día para otro. Uno le encuentra sentidos: pragmatismo (hago lo que me parece que me conviene a mi, a mi entorno íntimo de familia y amigos); de “justo medio” (equilibro poder, Ciudad y Nación, ejecutivos-legislativos, distintas opciones para cada categoría); desideologizado (la gestión debe ser eficiente, no es de derecha ni de izquierda). El “volátil” es inasible, no se deja cooptar, convencer, persuadir, atrapar. Se piensa “libre” y, por lo tanto, es impredecible.

Venimos bien, pero es momento de problematizar minimamente estos esquemas conocidos… El antiperonismo de la Ciudad se me cae un poco cuando veo la propuesta de los peronistas que están en el PRO y que se identifican como tales. Digamos que Buenos Aires no ha tenido problemas con los peronistas, mientras no los vea como peronistas de izquierda o más socialdemócratas de lo que corresponde.


El “setentismo”, los Derechos Humanos, la reivindicación de caudillos y combatientes revolucionarios caídos, de líderes históricos de la Resistencia Peronista, de toda esa historia que está tan bien contada en “La Voluntad”, unido al peronismo, ya no cae tan bien. Y se desata la furia antiperonista, con este peronismo. Porque los que son gorilas, lo son todo el día y a toda hora, no hacen distinciones de peronistas. Todo peruca y todo lo que huele a popular les cae mal.



Hay un peronismoalqueletengomiedo. Ese es el problema. Como todo miedo debe ser justificado, comienzan a aparecer las explicaciones pero del otro lado: son agresivos (es decir, no me banco la pluralidad de ideas y menos si eso trae conflicto); son corruptos (porque todos los políticos lo son, y desconfío del Gobierno).


El hombre libre, el ciudadano de BA, es autónomo (hace veinte años le venimos diciendo eso) y entonces, percibe que poner en concordancia Ciudad y Nación, es como resignar parte de esa autonomía. Un problema.

Esta también es la ciudad “delquesevayantodos”, del desconsuelo y la desilusión, que bien podría estar agitando manitos como los “indignados” españoles. Una ciudad de la furia y de la mucha calma. Así, sin términos medios.

Pero a la mayoría todas estas cosas pueden caberles o no, están muy lejos de todos estos planteos. No quieren que les hinchemos las pelotas, y la verdad es que Macri se las rompe poco. No hay grandes devaneos ideológicos, ni importantes alternativas entre las que debatirse, la Patria no corre peligro y todo parece sencillo, sin que la política venga a arruinarlo.

Somos minoría, aceptémoslo. No hay que rebajar las propuestas, bajar las banderas para caer simpático. Hoy la mitad al menos, prefiere al PRO para gobernar.

El verdadero peligro es que esta foto se haga película y la sociedad porteña se acomode votando a la derecha y pensando a la derecha. Que esto se consolide y eche raíces. Nada bueno deviene de valores que incitan al individualismo, el creer que todo se debe al mérito propio, la no solidaridad, un aún disimulado racismo y xenofobia. Creo de verdad que en nuestra sociedad democrática (de la Capital) también hay anticuerpos como para que estos disvalores no prosperen.

Avanzar en este distrito (nuestro distrito) va a llevar tiempo. Repito, nunca fuimos gobierno por el voto popular, no podemos perder lo que nunca tuvimos.

Lo más importante ahora es garantizar el triunfo de Cristina en octubre. Yo se que alguno pensará que debería decir algo del 31, pero no. La Capital debe aportar al triunfo de octubre y es responsabilidad nuestra (no única) de que así sea. Recuerdo que Néstor dijo alguna vez que Capital debía esforzarse por aportar un 20% a la Presidencial. Andamos mucho mejor que eso, pasando el 35, algunos dicen que el 40%. No se, veremos.

Octubre tiene un escalón pronto, el 14 de agosto en lo que se da en llamar “las primarias”. Hay que explicar qué es eso, poca gente entiende esa votación que es nueva.

Pienso que para el 31… ir decididamente porque hay que mostrar que estamos y que vamos a hacer respetar las leyes de la democracia. Eso primero, fiscalizar, votar. Retener y, en lo posible, aumentar la votación del 10. Eso también.

Pero que esté claro, nuestro Proyecto se juega en octubre.

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