viernes, 20 de marzo de 2015

ferrocarrilesargentinos



Y esto lo hicieron por lo de Once que si no, no hacían nada…
Pero se creen que somos tontos, pero nos damos cuenta de que todo esto sale plata. Y la pagamos nosotros, no si…

Este increíble monólogo ante dos empleados ferroviarios que asentían -no se sabe si por complacencia, estupidez o revanchismo solidario con la prisión de el ex jefe José A. Pedraza- tuvo lugar en la estación Belgrano R de la línea Mitre. Su sagáz animadora, una respetable anciana de cabellos azulplatinados, se embalaba con su propio discurso bajo la impasible información del tablero que anunciaba que en cuatro minutos más la formación nueva celestiblanca arribaría a la estación. Como finalmente ocurrió. Así son las cosas…

Al mismo tiempo, este cronista, puteada en ristre, leía en el diario:

“Para renovar completamente las flotas del Mitre, Sarmiento y Roca, el Gobierno adquirió a la empresa china CSR 709 coches, que comenzaron a llegar al país en abril del año pasado. Los nuevos trenes representan un desembolso de 841 millones de dólares, la mayor inversión realizada en los últimos 50 años.” 

(…) “…próximamente será el turno del Roca y Belgrano Sur. Para fin de año deberían haber ingresado al país 1000 coches cero kilómetro”. (…)“La lógica tras la creación de Ferrocarriles Argentinos es que el Estado puede ser más eficiente que los privados. En 2014, la línea San Martín tuvo un incremento de gastos de 77 por ciento, el Roca un 27 por ciento. El Sarmiento, ue ya estaba en manos del Estado, tuvo un incremento de sus gastos del 17 por ciento.” 

Y un dato más: han sido adquiridos y se encuentran en el país 220 coches y 22 locomotoras para líneas de larga distancia. *

El Gobierno acaba de presentar el proyecto de (re)creación de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado, tal como lo anunció la Presidenta en su mensaje del 1° de marzo pasado en ocasión de la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Llega con demora es cierto, opina el bloguero impaciente, pero llegó. 

Alguna vez dije que era cuanto menos extravagante el ánimo “estatista” de nuesto gobierno kirchnerista. Lejos de contentarnos a los estatistas a ultranza (como yo), ha dilatado hasta la exasperación la vuelta al redil público de cada sector privatizado durante la gestión perversa y traidora de Carlos S. Menem. Sólo lo ha hecho cuando no quedó más remedio, cuando todo se vino abajo, cuando hubieron muertos, o cuando el mercado demostró por enésima vez que la mano invisible en la que cree un pelotudo como Binner no reasigna un carajo los recursos y menos equitativamente. Tiene razón la venerable abuela, pero en otro sentido (recordar que detrás de todo viejo con ideas de mierda, se esconde un jóven que se quedó sin ideas hace mucho tiempo).

Esto es lo que uno dice cuando dice que algo de neoliberalismo hay colado en nuestro Proyecto Nacional, o algo de atención a lo que nos ha pasado desde la vuelta de la democracia (otra manera de verlo) ¿Es malo, es bueno, es cauto?... No lo se realmente. La cuestión es que las cosas que hay que hacer, finalmente se hacen y es lo que importa. 

Hace unos días y por esas cosas de tomarse vacaciones, me encontraba en la estación de tren de Concarán (San Luis), en una bella, inglesa y melancólica estación de tren convertida en museo. Como otras estaciones, pero de la línea serrana cordobesa convertidas en Casa de Turismo provincial… De esto estamos hablando. De rescates, de reparaciones, de puesta en valor del patrimonio argentino. Y de golpe uno cae en la cuenta de que también, hay que poner un gran esfuerzo para poner en valor el patrimonio cultural de sectores del pueblo argentino. Sacarlos de la cortedad colonial de una mirada torpe, vulgar y cagona que algunos llaman pomposamente “opinión”. 

Me da un gusto enorme viajar en los trenes nuevos. Me siento como cuando de muy chico iba en los vagones marrones (los ingleses remodelados) hasta Tigre pasando por Drago y esa línea que hoy es el Tren de la Costa (recuperada también), felíz, coleccionando boletos verdes, blancos, naranja de cartón que picaba el guarda. Hoy mientras viajo también siento orgullo, algo que de chico no tenía necesidad y de grande hace una falta tremenda. 

El orgullo de viajar en un Proyecto, aunque a veces tarde un poco en llegar al andén. 

* Citas de “Una millonaria inversión pública”; Página 12 del 19-03-2015; pág. 11.

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