miércoles, 8 de septiembre de 2010

HABLEMOS DE LAS GANANCIAS

El presidente de la UIA, Héctor Méndez, llegó a decir que la Argentina “se parece a Cuba”. (... ) y alertó sobre una supuesta 'pérdida de competitividad' del sector empresario en el exterior. 'Cuesta salir afuera', insistió, a pesar de que el Ministerio de Industria difundió horas antes un informe en el que se destaca un nuevo record de exportaciones " (Página 12 del 08-09-2010).

Las declaraciones tienen relación con el anuncio de que el diputado Héctor Recalde, presentará el proyecto cegetista de coparticipación de los trabajadores en las ganacias de las empresas.

Sorprendentemente para este señor empresario, el artículo 14 bis de la Constitución de la Nación Argentina (no de Cuba), señala claramente que el Estado asegurará al trabajador la “participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección”.

Podemos si agregar, que este artículo (que habla de derechos y garantías de los trabajadores) tuvo que ser incluído en la Constitución en la reforma propiciada por la dictadura cívico militar de la llamada “Revolución Libertadora”, para volver a la carta magna liberal tras el extraordinario texto constitucional de 1949. Aún derogando la “constitución peronista” por decreto de una dictadura, no se pudieron soslayar conquistas que los trabajadores tenían como derechos adquiridos y base de su desarrollo político, económico y social.

Pero volviendo al asunto:
“El proyecto contempla la creación de 'un organismo tripartito, compuesto por los empleadores, la CGT y el Estado' para la implementación de la medida. También se conformará un fondo solidario para los trabajadores informales con una 'alícuota que puede ser de un 20 por ciento de lo que se participe', explicó Recalde. La iniciativa apunta a empresas con importantes márgenes de ganancia. 'Esto no significa que sea sólo para grandes empresas, ya que puede haber pequeñas firmas muy tecnificadas que registren utilidades abultadas', señaló. Para estimar ese margen se tomará lo que la empresa pague por el impuesto a las Ganancias. Las compañías no tributarán por la parte que distribuyan. 'La idea es incentivar la reinversión de ganancias', agregó el diputado. Quedarían exceptuadas las empresas sin fines de lucro y las cooperativas" (diario citado más arriba).

Con argumentos similares a los de Méndez, los antecesores de estos “empresarios” rechazaron a mediados de los cuarentas la jubilación y el aguinaldo para “sus” trabajadores. “Falta de competitividad”, “malas condiciones de la industria para distribuir”, y cuando no lisa y llanamente un “no corresponde” y/o “genera un peligroso antecedente”.

Y lo generó. Por eso justamente el peronismo sigue siendo “el hecho maldito del país burgués”, como nos enseñó el gordo Cooke. Fue un peligrosísimo antecedente que dio un nuevo aliento a una clase obrera fragmentada y subrrepresentada políticamente. No fue obra de la “manipulación” ni la “demagogia”. Los trabajadores, con sus dirigentes a la cabeza (esa vieja guardia sindical que venía de los ’30), diseñaron una estrategia concientemente, astutamente, para participar en la cocina del Estado. Visualizaron al grupo del coronel Perón que, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, iba cumpliendo lo que decía. Corroboraron que la estrategia era correcta cuando fueron contando los enemigos de Perón, que eran también los enemigos de los trabajadores. Fueron hacia Perón, Perón fue hacia los trabajadores y de ese encuentro nació el movimiento político y social más trascendental de la historia argentina.
Ese mismo que gobierna hoy.

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