sábado, 13 de febrero de 2010

BICENTENARIO

Son como oleadas furiosas que rompen en las piedras. Se deshacen y parece que jamás hubiera pasado nada, hasta la próxima onda. Es así, este es un gobierno acechado, decisión que se tomó cuando se tuvo plena conciencia de lo que significaba la administración de Néstor Kirchner. Destrozar a Cristina, detener la ola "nacionalista" de los nostalgicos peronistas, borrar del mapa la ilusión de un "proyecto nacional" (antiguedad que daban por muerta a mediados de los setentas junto con su impulsor más extraordinario). Es más que "poner palos en la rueda", es más que la "máquina de impedir".

Se trata de volver a los patrones (tal cual) del neoliberalismo en este momento y luego de la experiencia K. ¿Cómo? De cualquier manera. Comenzó con la "defensa de la República", de sus instituciones y mecanismos legales, desligandolos de todo contenido o, peor, contraponiendo el formal cumplimiento de los ritos como único habilitante de contenidos que estarían dados por la fundación del Estado Nación en el siglo XIX. Un neoplatonismo político que reserva ideas "puras" (mecanismos políticos formales y correctos) volviendo al falaz dilema liberal entre la "libertad" y la "igualdad" (Tocqueville por los palos).

Con estas cuestiones se tratan de ocultar intereses enormes (que no les gusta mostrar): la super renta sojera hecha por y a costa del esfuerzo del país (ya fue explicado, pero un día volvemos sobre esto); la disponibilidad a ultranza de los fondos de los futuros jubilados por empresas privadas que "timbeaban" con la guita y cobraban encima comisiones; el mantenimiento de un verdadero monopolio en los medios de comunicación amparados en la ley de la dictadura y la blandura de la democracia. Y hay más, pero dejamos estos tres.

A enero se lo llevaron puesto con la patética cruzada del ex presidente del Banco Central rebelado contra el Poder Ejecutivo, con el pretexto de la intangibilidad de las reservas de todos los argentinos. Mientras, todos los defensores de nuestro dinero compraban dólares y se los llevaban afuera.

¿Son o se hacen?... y la gente que les da bola y les cree ¿es o se hace?. ¡Qué pregunta dotor!

Ellos son (pero no boludos). Alguna gente a veces es y otras veces se hace y después los primeros se la hacen. Y les gusta, quéva'ser.

Así va a ser esto, compañeros. Va en serio. Este tiempo está jaqueado, vigilado, atacado, basureado. Porque la torta es grande, hay mucho en juego y no se implantó la dictadura y el neoliberalismo de los noventa para que venga la pareja K y levante polvareda (cualquier linkeo al discurso de los chanchitos es una coincidencia). La polvareda somos todos nosotros. Y los que podemos sumar haciendo esta contraofensiva mediatica de blogs, medios alternativos ,defendiendo los avances concretos desde el 2003 para acá en cada lugar en el que estamos.

De esto vamos a estar discutiendo en el bicentenario, de esto se trata el bicentenario. ¿Ta claro?

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