
A nadie le gusta ver trabajadores reprimidos, a nadie de nosotros (hay un alto porcentaje de energúmenos a los que les gusta) y uno está en contra de que un conflicto sindical lo resuelva la policía sobre todo porque como dice Alcohólicos Anónimos "nosotros ya estuvimos allí" (y varias veces nos cagaron a patadas). Sobre esto, ninguna duda.
Veamos algunos elementos para el rompecabezas (que desde ya no voy a armar). Una multinacional que escala un conflicto despidiendo una carrada de trabajadores (todo empieza con la gripe A). Un sindicato que aparentemente se hace el distraído. El tiempo que pasa y pasa. Un juez que ordena el desalojo a la madrugada de la fábrica ex Terrabusi tomada. Grupos políticos (¿sindicales?) que se montan cuando se huele quilombo. Hora de los noticieros y transmisión en cadena. El ministro de Trabajo de la Pcia de BA adentro de la fábrica. Negociaciones que no llegan. El desbole en directo.
No es nuevo. Es muy viejo. La falta de reflejos también y es serio no poder anticiparse al conflicto. Es que son muchos los actores y quien sabe si todos patean para el mismo lado, parece que no. Y están los cacatúas que se escandalizan por la "represión" de los K estrenando capacidad de escandalizarse por estas cosas. Y están los que confirman lo que sabían, que son progres y menos mal que no apoyan al gobierno, que no lo van a votar como jamás lo votaron.
El poder no es uno solo, son varios. Las jurisdicciones son varias y nadie dirige todo desde la cabina de control, el Estado no es así. Eso no deslinda responsabilidades, más bien las semblantea y debe poner en alerta a los que tienen que estar antes que los noticieros. Y otra cosa, los conflictos laborales ocurren, sobre todo cuando los trabajadores existen. Los problemas en los sindicatos, las internas y las distintas maneras de ver la conducción de un gremio son inherentes a la vida del movimiento obrero.
Un mar de contradicciones y la necesidad de tomar posición ante cada cosa que pasa en este complejo proceso político que se inició el 25 de mayo de 2003 con Néstor y Cristina. Y la necesidad para el que la elija de no confundirse y ver siempre en primer plano al enemigo, sin olvidarse de nada, sin silenciar nada.