viernes, 10 de marzo de 2017

EL PESADO PRESENTE




Al día siguiente de la hecatombe parecían feos augurios de malos perdedores, prefigurados ya en las profecías de campaña sobre los desastres que ocurrirían si la derecha liberal y atorranta se hacía también con el poder político del país. Con la victoria en la mano (y en la boca) un personaje que sería importante en el área económica, anunciaba el “sinceramiento” del dólar -a la suba, por supuesto- arrastrando tras el anuncio inocente a los precios de todas las canastas posibles. Fue una devaluación provocada aún estando vivo el anterior gobierno como para ir calentando motores. Después vinieron los “perdones reales” de cuanto impuesto/obligación pagaran los beneficiarios concretos del nuevo gobierno. Una bestial transferencia de ingresos de los sectores del trabajo a los de la producción y la especulación. Ah, y también estuvo lo del pago a los buitres, con una inestimable colaboración opositora (hubieron algunos peronistas de Braden por allí). Y se agregaron las inversiones que vinieron -y vienen- para fugar divisas y hacerse picnics con las tasas. Y los “sinceramientos” de tarifas de servicios. Y una constante que no para: deuda, deuda, y más deuda; estamos por llegar a los 70 mil millones de dólares (aparte de la deuda reestructurada).

Y cuando todo nos iba tan bien, al decir del gobierno de la derecha optimista…

“El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) informó ayer que la pobreza pasó de 29% a fines de 2015 a 32,9% en el tercer trimestre de 2016. Hoy hay en el país 13 millones de personas bajo la línea de la pobreza.”

“En el mismo período, la indigencia pasó de 5,4 a 6,9%. Este último es el peor dato desde 2010, cuando la UCA empezó su medición. Hoy hay 2,7 millones de personas por debajo de la línea de la indigencia.”

“(…) cerca de 580.000 chicos de hasta 14 años se sumaron a la pobreza, siempre en la medida por ingresos, en los primeros nueve meses de la gestión de Cambiemos. Ese índice subió en ese período de 43,5 a 48.8%, por lo que es posible decir sin equivocarse que casi la mitad de los niños en la Argentina son pobres.”

La Nación, en su desesperación, aportó lo suyo para diluir el tremendo dinosaurio a digerir, mire si no esto en tapa: “La política impulsada por el Gobierno para normalizar la economía y el ajuste para sobrellevar la herencia recibida del kirchnerismo tuvieron un impacto social: en nueve meses de gestión de Mauricio Macri, 1,5 millones de personas cayeron en la pobreza y 600.000, en la indigencia.” ¡Si señor, nosotros tenemos la culpa!, qué esperaba.

Pero volviendo al informe de la UCA: ¿cómo fue que ocurrió tamaña desgracia justo cuando se comenzaba a arrancar?...

“El aumento de la pobreza no se generó (…) por la falta de asistencia estatal, sino que a la devaluación y la consecuente inflación se sumó una recesión que golpeó el mercado laboral e impulsó la precarización del trabajo, sobre todo en los sectores medio-bajos informales. Allí muchos trabajadores perdieron sus empleos, trabajaron menos horas (subocupación) o simplemente vieron licuados sus ingresos por la inflación, al no estar dentro de convenios formales.”

Tamaña puñalada trapera nada menos que de la UCA… Justo es recordar que relativizamos en su momento sus pronósticos –aumento de la pobreza, por ejemplo- y los metimos en la bolsa de una oposición impiadosa. ¿Era tan así? No lo sé, igualmente y conociendo las dificultades de andar midiendo en conjunto al país, uno duda un poco de los resultados antes y también debería ahora. Pero no de la tendencia y de lo que dice el informe. Mire si no: 

“El análisis histórico muestra que el crecimiento no será suficiente para revertir las desigualdades estructurales que afectan el mercado de trabajo, con efectos directos sobre la indigencia, la pobreza y la exclusión estructural’, estimó el informe.” “(…) pese a que en el último trimestres del año observó una leve mejora en el empleo, para mover el amperímetro de la pobreza se necesitaría un ‘shock de trabajo’ y que la negociación paritaria superara este año por varios puntos a la inflación…”

Para dar esa “batalla cultural” en la que están empecinados y hacernos pasar como deseable el capitalismo salvaje, los números tienen que dar, la gente se tiene que sentir mejor y avizorar que con un modelo como este hay un futuro que los incluye. Y para eso, debe haber un presente que incluya. 

Lo que van viendo es que no lo hay, y que… lo había.

Citas y datos provienen de “En 2016, 1,5 millones de personas cayeron en la pobreza” por Francisco Jueguen, La Nación del 10-03-2017, portada y pág.16 y 17.

lunes, 6 de marzo de 2017

DO(E)CENTES



Anduve rodeado de docentes toda la vida. Madre, amigos, madre de los hijos propios, cuñada, qué más. Eso se fue adicionando a los maestros de colegio de curas, no maestras. Como todo lo que es familia, en algún momento uno se pudre un poco, se cree que se rebela, busca otros horizontes. Así son las cosas, y por eso mismo, tiene ese reverso que es el cariño, la cosa o causa profunda que te marca y habla de quién es uno. Y ese es el sentido de lo que quiero decir…

La CTERA de Alfredo Bravo les dijo que “la docencia no es un apostolado, es un trabajo mal pagado”, y fue convenciendo a las virtuosas miradas sarmientinas de que la cosa tenía la simpleza de ser un laburante, como todos los laburantes. No fue poca cosa. De allí para acá sufrieron las vueltas del país (como todos) y también se desjerarquizaron, se precarizaron y se desautorizaron. La sociedad que –a veces- los venera también hace de verdugo y los trata como a sirvientas del pre peronismo. Así es alguna gente que tiene una alta opinión de sí mismo y muy baja sobre todos lo demás.

Los docentes no viven en una maceta y por lo tanto, suelen portar todos los prejuicios y taras de los sectores medios de los que provienen. Será por eso que de tanto en tanto les afloran goriladas, como la de votar a un gobierno liberal como el presente. Los que saben dicen que así procedieron mayoritariamente. 

Y ahora hablemos de plata… Les ofrecieron el 18% en cuatro cuotas en la provincia de BA; dijeron que la paritaria nacional no tenía sentido. La verdad es que se les cagan de risa en la cara, como un antecedente de la gran revolcada de alegría que preparan para las paritarias del resto de nosotros, y peor si no estás bajo convenio porque lo tuyo viene de favor entonces. ¿El dinero tiene que ver con la dignidad? Tanto como con la indignidad; en este caso hablamos de remuneración pero no solo de eso, hablamos también de presupuesto. Es decir, de la política educativa decidida por un gobierno (una corriente política organizada que llegó al gobierno por el voto popular) en correspondencia con sus valoraciones, intereses y perspectivas de futuro deseable. Este gobierno oligárquico no respeta el presupuesto educativo consagrado por ley, desfinancia programas que hacen a la calidad educativa, no defiende a la educación pública (y prefiere a la privada). Este gobierno es enemigo de la educación y los educadores.

Una docente conocidísima me contaba hace un tiempo cómo hacían una vaquita para comprar una resma de papel para la fotocopiadora del cole, para utilizarla en esos períodos en que la fotocopiadora o la compu funcionaban bien. Mientras, yo veía cómo en la oficina –no importa cuál- fulanos se hacían copias del sudoku de Clarín o de cualquier huevada para leer después en el viaje u otra pelotudez que terminaría en el tacho de basura seguramente. Una cosa para decir.

Patios hechos y rehechos, arreglos que se hacen mal y se rehacen dos años después. Dejadez municipal que tira para arriba culpas y de ahí en una catarata invertida en la que nadie es responsable de un carajo. Y encima algún padre cocorito que los amenaza con el ministerio, la justicia o su talante facho simplemente. Alguno tendrá razón, habrá docentes negligentes y jodidos pero la verdad, es que maestros y maestras reciben la mierda de la sociedad en tremendas dosis todos los días. Así terminan, el gremio hace mucho que dice poseer el más alto porcentaje de afiliados que terminan con problemas de salud mental. ¿Exagero? No, para nada, ya están los mismos docentes para victimizarse. Se los trata mal, es objetivo, no se los considera, es la verdad no nos hagamos los boludos por favor.

A muchos un paro docente les cae mal porque no saben qué carajo hacer con los pibes, y si ese es el tema habría que pensar en amar menos o usar forro. Puede ser que ocasionalmente arreglar quién se queda con los chicos sea un problema, pero ¿siempre que los docentes ejercen su derecho constitucional? Raro ¿no?

En fin, recuerdo ahora cuando CFK se mandó una parrafada de tía tomando el té con amigas con eso de que tenían tres meses de vacaciones y demás… fue una cagada, cierto. Discutí con docentes por eso. Pero insisto en un punto: ese gobierno bien o mal aumentó el poder adquisitivo del salario docente (y del salario de los trabajadores en general, aparte de haber más trabajadores). Ese gobierno bien o mal peleó y logró una nueva ley de Educación que aún no pudo aplicarse en su totalidad ni en profundidad. Ese gobierno estableció parámetros de financiamiento del sistema educativo, de presupuesto, a niveles a los que no se había llegado en el país, y los cumplió. Eso es objetivo, no un relato. Pido por tanto respeto para el gobierno peronista de los Kirchner, por favor.

Ahora, incitan al voluntariado para reemplazar a los docentes huelguistas. Saben que es ilegal que cualquiera esté frente a un aula, que es peligroso, que puede tener consecuencias aún con esta Justicia alquilada. Y no hablemos de lo que puede repercutir en foros internacionales… Lo hacen en dependencias de Educación de municipios, en clubes amigos, en sociedades de fomento a las que les ponen plata, así para dejar a los eventuales “chicos” en manos de cualquiera. Llaman “voluntarios” a vulgares carneros, rompe huelgas émulos de sus ancestros reclutados por la Asociación Nacional del Trabajo y la Liga Patriótica Argentina en los años veinte, cuando la ideología fascista se vestía de celeste y blanco contra el gobierno de Yrigoyen. Lindo ¿no? Encima el primer sorete voluntario resultó ser un asiduo “profesor” del partido amarillo, que supo ser personal de inteligencia del Ejército en otras épocas. Lindo ¿no? 

Voy mechando cosas, a veces sin mucha ilación. Ocurre que no soy docente. Pero, como decía, los docentes para mí son familia. A veces uno se lleva y a veces no. Pero son familia, uno sabe de qué está hablando y en qué tienen toda la razón del mundo.


Todo el apoyo. Siempre.