miércoles, 22 de febrero de 2017

RESCATANDO A WILLY

Hay algunos que se jactan de no saber nada, mientras opinan de todo... o era al revés, porque cuando le rebatís alguna de esas certezas que te tiran por la cabeza y aún más, le demostrás que anda repitiendo titulares de la tele, ahí se escabulle con un "no se" taimado. Tengo un amigo y compañero que a tipejos así que dicen por ejemplo: "ese es un chorro", refiriéndose siempre a algún funcionario del gobierno anterior (sea tramo CNK o CFK, no importa), le dispara un certero "¿y vos cómo lo sabés?" El amigo indaga la fuente, el pensamiento, la construcción de la certeza para demostrar de manera cabal que el individuo en realidad no sabe, sólo está repitiendo y peor, creyendo que sabe porque todos lo saben, porque es así.

Hemos dicho que el tipo en cuestión es un boludo y más calificativos derivados de la bronca por hacernos perder -y al país- tiempo, dinero, oportunidades... porque sabemos que algunos de esos tipos votaron como votaron ya que no se bancaban estar mejor que ahora. La verdad.

Me dicen que hay que parar de putearlos. Digámoslo, esperamos en algunos casos recuperar su voto o ganarlo. En fin, y vamos a seguir pensando que es un boludo que hace cosas de hijo de puta. Vamos a fingir... ponéle.

El daño que esa masa descontrolada ha hecho  es incalculable. Pasado el enojo ya, uno se pone a escucharlos y... te vuelve, te juro que te vuelve. Hablo de los que genuinamente piensan que piensan ellos lo que piensan, no de los que son Derecha convencida. De esos diletantes que cuando se complica la conversa te tiran un "a mí la política no me interesa", o "no entiendo... no lo leí... no me había enterado", hasta ese final "yo no soy de ninguno, del gobierno tampoco más allá de que lo haya votado". El más original te dirá que es "independiente", esa patente de corso que sirve para no casarse con nadie y picotear en todas las fiestas. El menos dotado, que no le interesa, que "la cosa pública", la marcha del país, la manera de dirigir el Estado y elegir las prioridades le chupa un huevo.

No entender y desinteresarse le parece una gran virtud. No se contamina como uno, no le "meten ideas en la cabeza" en un partido y sobre todo, no se ensucia las manos. No es corrupto, como uno (generalmente se cuida de decir eso cara a cara, porque no sabe en qué puede terminar la cosa y lo bien que hace).

¿Es rescatable el boludo? Los entendidos dicen que si, y no se refieren a internarlo en un campo de resocialización hasta que le interese lo que debiera interesarle, no no y no (no  me diga que no lo pensó...). Ocurre que hay que tenerle una paciencia de santo, y el militante muchas veces se parece a un santo.

¿Es uno más inteligente que este fulano? Si, aparte de ser mejor persona. Sospecho que estas parrafadas no prefiguran una campaña electoral efectiva...

Hay que ir hacia el boludo decididamente. Hay alguno medio arrepentido, hay otro que confiesa su boludéz y ya es algo. Digamos la verdad: nunca se borrará lo que hizo. Pero puede haber atenuantes. ¿Sabe? acá tenemos que quedar frente a frente a los Otros, a esos que creen fervientemente que el individuo está por encima de la sociedad, que el Estado debe facilitar los negocios de los que pueden aprovechar las oportunidades, que hay ganadores y perdedores y la vida es una lucha salvaje que debe ser ganada por ellos. Quedar enfrente de la derecha, sin otro aditamento. Y ahí ser lo que uno es. No podemos seguir regalándole boludos a la Derecha Liberal.

Nosotros creemos en una comunidad organizada, por ejemplo. En una sociedad que nivele y que permita oportunidades para todos. Con la gente adentro, como se dice. De ahí la defensa de los humildes, ya que los poderosos se defienden muy bien solos.

Y volvemos con el cabezón... A él le conviene lo nuestro y no esto; diría más, que lo nuestro lo es también de él, aunque le aterre eso de formar parte de un colectivo que no sea una prepaga o una tarjeta de crédito. En algún lugar de su alma (tienen alma, se ha discutido y se llegó a la conclusión de que tienen) lo que anda pasando les hace ruido. No es lo que esperaban.

Vea, algunos esperaban que la Señora y su séquito no esté más. Cumplido. Que no juegue más  en política. Esa te la debo. Alguno muy jodido querría que el peronismo se haga pelota de una vez. Ya saben que no. Que no haya cepo y también cumplido, pero resulta que no compran  muchos dólares y antes tampoco. Que se eliminen las trabas a la producción por eso de los subsidios, el déficit del Estado y la inflación. Qué decirle, ve el tipo que ocurre todo lo contrario. Que no haya más corrupción... ¡madre mía!

Un buen día puede llegar a la conclusión de que la inflación no tenía nada que ver con esas cosas, con igualar, sino con el poder de los que quieren desigualar. ¿Mucho no? Si, vamos más despacio.

Mire, apostar a que la gente tenga guita en el bolsillo y gaste, que los fabriqueros fabriquen y le vendan cosas a esos y todo vaya enganchadito, genera alguna distorsión inflacionaria. Corregirla y vigilarla es la cosa. Sería un gran avance que se entendiera que un proyecto, modelo o cómo le guste, necesita continuidad y cambios al mismo tiempo. Que importa mucho lo que uno hace con un voto.

Deje los sentimientos por un momento, porque ese tarado seguramente es un familiar, un sobrino, una prima o un amigo. Gente que usté no quiere mandar a la mierda, aunque ya lo haya hecho. Deje eso de lado, se trata de hacer política y en política se aprende a sumar y a multiplicar. Son dos operaciones, no cuatro. Para llevar adelante un proyecto como el que teníamos en marcha hasta el '16 tiene que haber una masa convencida importante, y si no está convencida al menos que vea que le conviene. Muchos se irán convenciendo en el camino.

Usté sabe qué pasa si se quedan solamente los puros ¿no?, los que están consustanciados, esos de los que uno se cree parte siempre... Se facasa. Entonces, no falta el pelotudo que te diga "entonces qué, ¿hay que parecer de derecha?", ¿entonces hay que rebajar, hacer la que hacen algunos que los compañeros llaman traidores?

Claro que no. Hay que esperarlos en el camino y a veces, hay que ir a buscarlos a estos que son con el voto un mono con una ametralladora. Aceptarles que uno se equivocó también, aunque nunca sobre la identidad del enemigo (porque hay "enemigo"). Mire, yo le temo realmente a los talibanes del proyecto, esos que son incapaces de ver errores propios y tienen el índice fácil para señalar a los réprobos; nunca me llevé con el calvinismo político.

Dicho esto, uno vuelve y empieza de nuevo con el fulano. Las derrotas son así, lo más difícil es aceptar que ocurrieron. Necesitamos al boludo, necesitamos que deje de serlo, y él nos necesita.

A veces son un feo espejo, aunque el pecado de uno sea en este caso muy menor. Recuerde siempre: fue menos de un dos por ciento, no son tantos.

Acabo de releer esto y casi casi como que me voy convenciendo...


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