Blue. Simpático, pero
ilegal. El blue es el dólar ilegal,
algo así como una muestra del plan económico que no puede mostrar la oposición
a ultranza. Que llegue a $ 10.- como le deseaban (amenazaban) a Kirchner.
Inventar un dólar
(paralelo), unirlo a la inflación (descontrolada), hacerlo la medida de todas
las cosas, convencer de que es el test por excelencia de cómo marcha la economía.
Enloquecer. Sobre todo a los que no se manejan con dólares. Que tengan miedo
(porque todo se va a la mierda).
En eso andan. En
estos días el blue aumentó “en un día
48 centavos y se ubicó en $ 8,70 para la compra y $ 8,75 para la venta.” (tal
vez cuando leas esto, está un poco más). (…) “Lo que están buscando es que haya
una psicosis colectiva para forzar una devaluación. Pero este gobierno nunca va
a tomar esa medida, un ajuste cambiario no tiene ninguna posibilidad de que se
concrete’, subrayó la fuente oficial.”
Ahora bien… “Los
especialistas financieros coinciden en que el mercado del dólar ilegal es
reducido y que opera unos U$S 20 millones por jornada, pero también en que
tiene un impacto muy fuerte sobre las expectativas económicas por la
amplificación que le dan los medios a la evolución alcista.”
Las citas están
extraídas de un artículo del Equipo de Economía del diario Tiempo Argentino
(jueves 21/03/2013, págs 4 y 5), como las declaraciones del economista Roberto
Feletti (titular de la Comisión
de Presupuesto y Hacienda de la
Cámara de Diputados) que siguen:
“No va a haber
un cambio brusco, el gobierno ha logrado manejar el sector externo con la
flotación administrada, que la adapta para preservar el empleo y que no se
pierda la competitividad de la economía, pero que tampoco haya una
transferencia de renta hacia los exportadores y en contra del salario.”
(…) “Creo que
entre los que alientan un golpe de mercado, hay que nombrarlo a Bussi, que
impulsa la no exportación de granos. Lo que buscan es restringir el ingreso de
divisas. Buscan debilitar al sector externo. Bussi dijo que no había que
exportar para poner de rodillas al gobierno, igual que con la 125.”
(…) “…también
tenés a los especuladores y a aquellos sectores que se sintieron golpeados
porque el gobierno habló de tocar las comisiones que cobran los bancos para
sostener el acuerdo de precios con los supermercados.” Clarito, clarito
Feletti.
Uno desearía que
los “mercados” estuvieran pesificados en su totalidad (legal y realmente), que
justificando su uso se pudiera adquirir moneda extranjera (y no para atesorar
si convenimos que eso no se hace más, es decir ahorrar en dólares), que se
pudiera invertir (sobre todo el pequeño ahorrista) en fondos de inversión como
el de YPF con una rentabilidad razonable, por ejemplo. Que el Impuesto a las
Ganancias no golpee (y mucho) a los que comienzan a poder ahorrar algo. Uno
desearía, claro.
Pero nada de lo
dicho en el último párrafo borra la realidad de que el golpe de mercado es la
mejor herramienta, la más útil en un país postneoliberal en tren de reemplazar
a los tanques y al comunicadonúmerouno. La usan, la usarán, porque saben que
sirve.
Néstor hablaba
de salir del Infierno y creo que salimos. Pero, lo que seguía era el Purgatorio
(habría que pedir ahora su reestablecimiento, ya que Benedicto lo había
anulado) y ahí estamos. ¿Purgando qué? Culpas de otros, saqueos de algunos, miedos
colectivos, siempre hay algo. Ocurre que en el Purgatorio se da la puja entre
los que buscan el billete de Evita y los que tratan de rapiñar un blue.
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