De camino al exilio en Chile, se
dice que Sarmiento escribió en una piedra "las ideas no se matan" (y
lo puso en francés, el muy fino). Lo que sigue no tiene nada que ver con el
gran sanjuanino (ponga usté gran qué cosa, a gusto), sino conque es cierto que
hay ideas que no se sacan así nomás. No hablo de grandes ideales, de valores
como la justicia social, la solidaridad o el mero compañerismo, que se sienten
o se aprenden a sentir desde el vamos... o no. Tampoco de esos pensamientos
complejos sobre la economía política, que da sustento a eso de "patria si,
colonia no". Todo eso no suele fijarse en la cabeza como los preconceptos,
los prejuicios y algunas burradas que se adhieren como chicles y hacen nido, se
alojan, se mimetizan y se transustancian.
"Cristina es chorra"
por ejemplo (o su genérico más gorilón, aunque sincero: "los peronistas
son todos chorros"). Cristina es dueña de una cadena de hoteles en el sur
y los alquila a precios exorbitantes a conocidos que benefició siendo Presidenta
y se guardó la guita. Mientras Devido se choreó todo con la obra público y le
pasaba a CFK su parte de las coimas. Toda la guita iba a parar a múltiples
cuentas en el exterior. Y más, como si usté y yo estuviéramos en esos livings
que se arman a la tarde en programas de "noticias" para hablar de
cualquier forrada. Las pruebas te las debo, eso sí. Las causas no van ni para
atrás ni para adelante, y eso que la corporación judicial -que es la mafia
judicial, y no el poder judicial- tiene ahora las terminales bien alineadas con
Balcarce 50 y/o una cuadrita al costado tirando hacia Retiro, cerca del Nación,
donde una placa tapa lo que siempre fue, la Side.
Pero el portador de la idea fija
lo cree todo, porque para eso tenía la idea pegada, para recibir la sospecha y
reconocerla como propia. Decir que eso es antiperonismo nos diluye el problema
y encima enaltece al mequetrefe vociferador a la categoría de pensador y
poseedor de una ideología que no es tal. Se trata de estupidez lisa y llana, de
la que se valen los que no son ningunos estúpidos y les chorrea hijaputéz por
todos los poros.
Porque vea, que si de Cristina no
pudiera probarse que es una chorra, queda lo de soberbia, altanera, maestra
ciruela. Todas cuestiones molestas si le apetece, pero que no llevan a una
sanción ética. Puede ser que la Señora despierte algún sentimiento de
inferioridad y sabemos que cuando un forro se siente forro, puede ser peligroso.
Y otra pregunta que se me aparece
como una manifestación de la primavera: ¿por qué justo cuando se reivindican
cuestiones populares, derechos, historias "no oficiales", por qué
cuando se cuestiona al neoliberalismo y se gobierna un poco para los de abajo y
los del medio abajo, surge la fiebre de la corrupción? Porque hay que
voltearlos y punto. Y con esta Señora no se pudo, entonces hay que llenarla de
mierda, para que ni usté ni yo vayamos por ahí diciendo barbaridades sobre la
curiosa relación que hay entre una necesidad y un derecho, como para calentar
motores.
El patrón dice chito, el celador
dice chito. Entonces se me calla. Que nos de un ataque de vergüenza, depresión,
impotencia, o simplemente que nos de un ataque. Y nos callemos, y no votemos.
Que desaparezca ese cuestionamiento, esa mirada de reprobación, el ímpetu de
pelear y de volver y volver y volver y volver. El sueño de la oligarquía es que
el mismo pueblo, o una parte importante del pueblo, nos rodee y nos haga
callar. O nos eche, o nos escupa. O que simplemente y finalmente,
desaparezcamos de la faz de la tierra.
Recuerdo una cosa que decía una
señora por ahí, algo como "estos hacen las cosas bien, sólo porque quieren
ganar las elecciones". Y de esto se compone o descompone la idea del
"populismo" que pretende reemplazar al concepto
"peronismo". Este abuso pornográfico de lo popular parece que produce
engatusamiento, una fuerza interior de tozudez hecha programa político y
doctrina (que es peor, mire). No sé, enloquecen, se ve que da miedo.
Y mire qué curioso, esa
conciencia nacional, de derechos sociales, políticos, económicos, de
continentalismo, todo eso que se malconfunde bajo el rótulo miserable de
"populista" (en lugar de decir peronista, progresista, zurdo, y siga
más allá de la pared si quiere), no funciona como la idea incrustada en el cerebro
que le decía.
No. Para tener estas ideas hay
que sentir (no "sospechar"), saber (que conlleva
"aprender") y pensar. Es tremendamente difícil y te duele la cabeza.
Tan difícil que lo puede hacer cualquiera que no haya sido penetrado (ay) por
la merda del sistema que te roba siempre las vértebras esas cuya función es
mantener la cabeza alta y la posición erguida.
Ahora bien, ¿significa esto que
nuestros compatriotas, esos que portan el prejuicio antiperonista como el
balazo que llevaba Mitre metido en la frente, no tienen remedio? Tienen remedio,
eso sí, aunque no todos. Porque ser prejuicioso y aún medio gorila no siempre
significa que el proceso sea irreversible. Hace falta si que el fulano o fulana
no se regodee demasiado con la desgracia ajena para sentir el placer propio,
porque eso sí que es jodido. Hace falta que no sea un envidioso empedernido.
Estos casos suelen ser graves porque el enfermo no reconoce padecer del mal.
Y uno dice, o un coso me dice
¿para usté todo el que no está de acuerdo con ustedes es un enfermo? No sucumbo
a la tentación y le digo que no, que de ninguna manera. Hay gente que no
acuerda con uno y está cargado de argumentos. Es más, gente con la cual uno
debió coincidir pero no podía blanquearlo mucho porque estaba cuidando la
Patria -digamos- o creía que así estaba bien aunque no todo fuera del todo
bien.
Pruebe en darle a esos otros
menganos la razón en un par de cosas -seguro que hay un par- y manténgase firme
contra lo que es pura manipulación mediática, pura alucinación gorila sin
prueba alguna (y con mucha prueba en contra, agrego). De eso no nos bajemos,
pero de lo otro sí. Y va a ver como la cosa cambia; y si no llega a un acuerdo
al menos verá que la distancia está un poco más corta.
Y un día por ahí se reconstruye
ese 54% que no es todo propio, que lo hicieron estos también. ¿O usté piensa
que importamos gente de otro lado en aquella oportunidad? ¿O usté piensa que
gano Carrió en el 2011 pero le afanamos casi el 40% de los votos?... porque
mire que esto también se dijo. Entonces, el famoso frente ciudadano -a mí
tampoco me gusta el nombre- no es, como uno pensaba, para ir a buscarlos a la casa
y cagarlos a trompadas, sino que es para reencontrarnos, que nos viene haciendo
falta. Y vio... la Señora sabe, aunque no te diga todo. Y ahí cuando menos se
pensaba, la Mina nos puso la Unidad Ciudadana como para ir parando el espantajo
que el neoliberalismo nos trajo de vuelta.
Como le decía, no se pueden matar
esas ideas fijas; yo sugiero que le vayamos de costado. Que le ganemos la
confianza en base de ser más sinceros, más críticos, menos pelotudos, menos
infantiles, menos estalinistas (ya se que no se escribe así). Brutal, me lo
digo, no es que se lo digo. Y no por eso vamos a dejar de estar donde hay que
estar y en el momento en que hay que estar. Será que es posible vencer ese
cerco imperialista que bloquea las mentes, deshace las sonrisas y pretende que
se acepten cosas que son absolutamente inaceptables. Y que van contra la vida y
hacienda del pueblo (o pueblismo).
El gobierno y el poder mienten
mucho y todos los días. Descaradamente. Tienen como hacerse oír, tienen sus
perros y sus escribas, tienen casi todo. Nosotros tenemos lo de siempre y vea
que va dando resultado. Como el hecho maldito, de un país burgués.
Es cuestión de hacérselos otra
vez.
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