Anduve rodeado de docentes toda
la vida. Madre, amigos, madre de los hijos propios, cuñada, qué más. Eso se fue
adicionando a los maestros de colegio de curas, no maestras. Como todo lo que
es familia, en algún momento uno se pudre un poco, se cree que se rebela, busca
otros horizontes. Así son las cosas, y por eso mismo, tiene ese reverso que es
el cariño, la cosa o causa profunda que te marca y habla de quién es uno. Y ese
es el sentido de lo que quiero decir…
La CTERA de Alfredo Bravo les
dijo que “la docencia no es un apostolado, es un trabajo mal pagado”, y fue
convenciendo a las virtuosas miradas sarmientinas de que la cosa tenía la
simpleza de ser un laburante, como todos los laburantes. No fue poca cosa. De
allí para acá sufrieron las vueltas del país (como todos) y también se
desjerarquizaron, se precarizaron y se desautorizaron. La sociedad que –a veces-
los venera también hace de verdugo y los trata como a sirvientas del pre
peronismo. Así es alguna gente que tiene una alta opinión de sí mismo y muy baja
sobre todos lo demás.
Los docentes no viven en una
maceta y por lo tanto, suelen portar todos los prejuicios y taras de los
sectores medios de los que provienen. Será por eso que de tanto en tanto les
afloran goriladas, como la de votar a un gobierno liberal como el presente. Los
que saben dicen que así procedieron mayoritariamente.
Y ahora hablemos de plata… Les
ofrecieron el 18% en cuatro cuotas en la provincia de BA; dijeron que la
paritaria nacional no tenía sentido. La verdad es que se les cagan de risa en
la cara, como un antecedente de la gran revolcada de alegría que preparan para
las paritarias del resto de nosotros, y peor si no estás bajo convenio porque
lo tuyo viene de favor entonces. ¿El dinero tiene que ver con la dignidad?
Tanto como con la indignidad; en este caso hablamos de remuneración pero no
solo de eso, hablamos también de presupuesto. Es decir, de la política
educativa decidida por un gobierno (una corriente política organizada que llegó
al gobierno por el voto popular) en correspondencia con sus valoraciones,
intereses y perspectivas de futuro deseable. Este gobierno oligárquico no
respeta el presupuesto educativo consagrado por ley, desfinancia programas que
hacen a la calidad educativa, no defiende a la educación pública (y prefiere a
la privada). Este gobierno es enemigo de la educación y los educadores.
Una docente conocidísima me
contaba hace un tiempo cómo hacían una vaquita para comprar una resma de papel
para la fotocopiadora del cole, para utilizarla en esos períodos en que la
fotocopiadora o la compu funcionaban bien. Mientras, yo veía cómo en la oficina
–no importa cuál- fulanos se hacían copias del sudoku de Clarín o de cualquier
huevada para leer después en el viaje u otra pelotudez que terminaría en el
tacho de basura seguramente. Una cosa para decir.
Patios hechos y rehechos,
arreglos que se hacen mal y se rehacen dos años después. Dejadez municipal que
tira para arriba culpas y de ahí en una catarata invertida en la que nadie es
responsable de un carajo. Y encima algún padre cocorito que los amenaza con el
ministerio, la justicia o su talante facho simplemente. Alguno tendrá razón,
habrá docentes negligentes y jodidos pero la verdad, es que maestros y maestras
reciben la mierda de la sociedad en tremendas dosis todos los días. Así
terminan, el gremio hace mucho que dice poseer el más alto porcentaje de
afiliados que terminan con problemas de salud mental. ¿Exagero? No, para nada,
ya están los mismos docentes para victimizarse. Se los trata mal, es objetivo,
no se los considera, es la verdad no nos hagamos los boludos por favor.
A muchos un paro docente les cae
mal porque no saben qué carajo hacer con los pibes, y si ese es el tema habría
que pensar en amar menos o usar forro. Puede ser que ocasionalmente arreglar
quién se queda con los chicos sea un problema, pero ¿siempre que los docentes
ejercen su derecho constitucional? Raro ¿no?
En fin, recuerdo ahora cuando CFK
se mandó una parrafada de tía tomando el té con amigas con eso de que tenían
tres meses de vacaciones y demás… fue una cagada, cierto. Discutí con docentes
por eso. Pero insisto en un punto: ese gobierno bien o mal aumentó el poder
adquisitivo del salario docente (y del salario de los trabajadores en general,
aparte de haber más trabajadores). Ese gobierno bien o mal peleó y logró una
nueva ley de Educación que aún no pudo aplicarse en su totalidad ni en
profundidad. Ese gobierno estableció parámetros de financiamiento del sistema
educativo, de presupuesto, a niveles a los que no se había llegado en el país,
y los cumplió. Eso es objetivo, no un relato. Pido por tanto respeto para el
gobierno peronista de los Kirchner, por favor.
Ahora, incitan al voluntariado
para reemplazar a los docentes huelguistas. Saben que es ilegal que cualquiera
esté frente a un aula, que es peligroso, que puede tener consecuencias aún con
esta Justicia alquilada. Y no hablemos de lo que puede repercutir en foros
internacionales… Lo hacen en dependencias de Educación de municipios, en clubes
amigos, en sociedades de fomento a las que les ponen plata, así para dejar a
los eventuales “chicos” en manos de cualquiera. Llaman “voluntarios” a vulgares
carneros, rompe huelgas émulos de sus ancestros reclutados por la Asociación
Nacional del Trabajo y la Liga Patriótica Argentina en los años veinte, cuando
la ideología fascista se vestía de celeste y blanco contra el gobierno de
Yrigoyen. Lindo ¿no? Encima el primer sorete voluntario resultó ser un asiduo “profesor”
del partido amarillo, que supo ser personal de inteligencia del Ejército en
otras épocas. Lindo ¿no?
Voy mechando cosas, a veces sin
mucha ilación. Ocurre que no soy docente. Pero, como decía, los docentes para mí
son familia. A veces uno se lleva y a veces no. Pero son familia, uno sabe de
qué está hablando y en qué tienen toda la razón del mundo.
Todo el apoyo. Siempre.
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