Hoy no cumpliría sesenta y siete.
Tendría que estar vivo para eso. Brutal pensarlo así, pero la vida fue brutal,
Argentina fue tan brutal y ahora tan vanal (y brutal).
Más allá de los cumpleaños a los
que ni vos ni yo fuimos, esos que se celebraron en familia lejos en el sur; más
allá de los recuerdos y las fotos tan particulares que atesoran los que pueden;
más allá de todo eso está el tipo que si conocimos cuando acá casi nadie sabía
que le decían Lupín.
Cumple bueno, mirá si cumplió.
Por decir algo, cumplió veintinueve años cuando se sacudió del camperón la
nieve y trajo de vuelta al peronismo. De paso, haciendo olvidar (nunca se
olvida pero ponéle) el trago tremendo de ese popularismo que arrastraba el
liberalismo y que muchos te enrrostran como peronismo mientras otros se empiezan
a toquetear.
El si cumplió compromisos
avalados por congresos de miedo, compromisos que no habría que honrar y él que
si, con esa quita que venía a ser nuestra dignidad y que no había que pagar. Le
cumplió a los docentes y los fue a ver en conflicto. Con nosotros cuando
apareció por la tele diciéndonos que lo la Corte lo estaba apretando.
Cumplió con sus(nuestros)
compañeros entrando a la ESMA para liberar los fantasmas y llevarlos a la
Plaza, a la Rosada. Mirá, ahora es la exESMA... Para qué hacer la lista ¿no? la
buena gente la sabe, la buena gente recuerda, la buena gente es agradecida.
Los que seguimos cumpliendo años
son los que quedamos afuera de la cola ese día espantoso, los que hicimos
remolinos que parecían pogos abrazándole el coche que nos lo llevaba mientras
caía una lluvia más triste que la mierda. Nosotros tenemos que cumplir, y no
hay otra manera que ponernos todos juntitos y sacar del contenedor al país que
él nos vino a dejar. Porque ahí lo pusieron entre ladrones, pusilánimes y
avivados, donde siempre estuvo y nunca debió estar... o si, son duras las
penitencias y los aprendizajes.
Si mirás el discurso que dijo en
la bicameral cuando subió te das cuenta, cumplió todo, pero todo. No se si el
alma va a algún lado, si existe ese lado, si el alma está, qué se yo, pero ese
tipo se quedó acá y debe ser por eso que decimos "cumpliría 67".
Néstor no cumple, porque ya
cumplió. Igual, felicidades compañero Presidente.
Lo decimos juntos... ¡y viva
Perón!
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