Uno recuerda -ya que esa es la maldición de tener dos dedos
de frente- que Néstor Kirchner cerró la
oficina que el Fondo Monetario Internacional ocupaba en el Ministerio de
Economía, y deseó buen viaje a los funcionarios del ente multilateral, que
hacían las veces de fiscales monetarios de la República. Era una de las
consecuencias de la política de desendeudamiento que, además, en una primera
etapa consiguió reprogramar los pagos de deuda externa con una quita importante
y consensuada (menos ese miserable 9% de holduouts buitres que conocemos).
La idea no fue retirarse del FMI, sino evitar su grosera e
imperial intervención en nuestros asuntos económicos y políticos. Y así se hizo
durante una década, a la par que se intentaba con éxito, más allá de múltiples
contradicciones, la progresión de un círculo económico virtuoso basado en la
producción.
La virtual alianza de los que entienden todo demasiado bien
y los que no tienen la más puta idea logró que el próximo 19 de setiembre vuelva
al país la “misión” del FMI que “…revisará una vez por año las estadísticas y
dará consejos sobre cómo deben evolucionar las principales variables
macroeconómicas.”1 Una alegría sin fin que imaginamos será celebrada
con una de esas multitudinarias concentraciones progubernamentales en torno al
obelisco.
Tras cartón, “Alejandro Werner, director del Departamento
del Hemisferio Occidental del FMI, llegará al país el 27 de este mes…” y te da
la posta con declaraciones novedosas:“…avanzar en un recorte del gasto público
para ‘equilibrar’ las cuentas estatales. En ese mismo sentido hablo el
economista jefe del Banco Mundial, Augusto de la Torre, quién se mostró
preocupado por la situación fiscal de Brasil y de la Argentina. ‘El crecimiento
no será sólido sin un ajuste importante”1… Es lógica la confusión
del electorado que no fue advertido de cuestiones que jamás habían ocurrido en
nuestro país.
Lo dicho se complementa con el fin absoluto del período de
desendeudamiento. Fíjese, durante agosto “…el Estado Nacional y las provincias
colocaron deuda en dólares por un total de 1.847 millones de dólares. De
acuerdo al relevamiento realizado por el Observatorio de Deuda de la Fundación
Germán Abdala, las emisiones públicas realizadas en los primeros ocho meses del
año alcanzaron los 38.159 millones de dólares.”2 Si es para crecer
bienvenido sea, dirá usté o un opositor de esos que no quiere poner palos en la
rueda, pero lamento seguir con las malas nuevas ya que “…esos recursos no
fueron destinados a mejorar infraestructura ni desarrollar nuevos productos
sino que tienen como destino el pago de gastos corrientes, alimentar la fuga de
capitales y financiar el déficit comercial.”2
Es cierto que no se modificó la ley de coparticipación
federal, como que también es muy cierto que no se discute ni por casualidad cómo
sería un país federal de verdad. Pero lo apuntado nada tiene que ver con esos
grandes temas, esto avanza “Como parte
de su estrategia para mantener a raya la expansión del gasto público, el
Ministerio de Hacienda y Finanzas retacea las reducidas partidas de fondos por
coparticipación para las provincias y les propone que recurran al endeudamiento
externo para financiarse, alimentando la crisis de solvencia a mediano plazo.
Esas necesidades de fondos se ven agudizadas por la fuerte contracción en la
obra pública.”2
Endeudamiento, vuelta del FMI, mucho más de lo mismo y de
las constantes de la historia argentina, aquella que agencia muchísimos más
años de gobiernos entregadores que de gobiernos populares. Lo dicho hasta acá
no obstante, no busca que el fulano que lee se baje dos hectolitros de fernét o
se pierda en un mar de jugo de naranja y jengibre (hay para todos). Con el
bajón no hacemos nada, ya sabemos que vinieron a hacernos mierda el país que se
levantó con esfuerzo. Justamente, antes no valía la pena.
Terrible maldición la del peronismo (más sus aliados) que
siempre es convocado a reconstruir. El día que un proyecto nacional pueda
llevarse a cabo, autocriticarse y mejorarse, entonces pueda ser que arranque
otra historia. Y que siga.
1. “El FMI vuelve con
pedidos de ajuste” por Federicho Kucher; y 2. El endeudamiento no tiene respiro”;
ambas notas en Página 12 del 09/09/2016; pág 7.
Hola. Lo lei. No nada que ver con bajón. Es un canto a la alegria y el descorche.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo
Eduardo Tissera