viernes, 19 de febrero de 2016

Y TAMBIÉN... (la pesada herencia)

La vecina se encoge de hombros después del suspiro que viene a reemplazar a un “cómo dejaron al país, es lógico”. Es lógico, es natural, es de sentido común. Generalmente, las cosas que no tienen una explicación clara y cercana a lo racional, suelen validarse con aseveraciones de tal magnitud. Juicios cerrados, ideas preconcebidas, aunque sea por otros. ¿La vecina en cuestión es estúpida? Sin duda, pero además es cándida, ingenua, cualidades que se dan curiosamente cuando pensar complejamente da dolor de cabeza y hace perder el tiempo.


Le parece lógico que la inflación se desate, que nadie controle precios ni nada, que echen a estatales, que se cierren programas sociales, que encarcelen a los piqueteros (la india esa de Jujuy), que prohíban cortar la calle, quequeque… no se le ocurre más nada. Ya se lo dirán y lo repetirá. Eso no le quita responsabilidades, la vecina es medio facha cuando no tibiamente de derecha, y cuando la encuentran de buen humor parece medio progre de derecha. Ocurre que le preocupa estar de acuerdo con los que conoce, interactúa, estar bien socialmente, opinar lo mismo que la gente que ve todos los días que es como decir opinar lo mismo que toda la gente. Algo de razón le asiste, cuando pudo auparse a un cincuenta y un por ciento.

La señora (que bien podría ser su marido, ese fulano que mira puteadoramente a todo el mundo pero no lo dice y hasta es simpático de a ratos) difícilmente va a enterarse, pero Kicillof (Axel; actual diputado del Frente para la Victoria y ex ministro de Economía) le dijo en una nota publicada en Página 12 algo sobre lo “lógico”…

El gobierno de derecha de la Argentina está llevando a cabo “un clásico programa de ajuste” (…) “que ha decidido usar como ‘justificación’ para su plan económico la presunta ‘pesada herencia’ que recibió de Cristina.”

Y va fundamentando, con esa costumbre de explicar y dar vuelta todo lo que aparecía tan claro, tan lógico… “para Argentina 2015 no fue un año recesivo. Según la consultora Ferreres, la economía creció un 1,7%, la i9ndustria 1,1 y la inversión un 1%. Para el FMI, el crecimiento fue del 1,5%. Es decir, la economía no estaba estancada ni en caída, ni siquiera para los detractores del gobierno de Cristina. Tampoco se sufría una aceleración inflacionaria. Es más, todas las consultoras privadas reconocían que la inflación venía cayendo fuertemente desde 2014.”

“Comparando enero-noviembre de 2014 con el mismo lapso de 2015, según Elypsis la inflación había caído del 31,4 al 18,2%, es decir, una marcada desaceleración del 13,2%. Las estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires mostraban lo mismo, ya que la inflación pasó de ser del 33,6% en 2014 al 19,7 en 2015, es decir, la desaceleración fue del 13,9 en un año. Lo mismo para el IPC Congreso que pasó del 33,5% al 20,4, es decir, se redujo un 13,1%. Las reservas estaban al 10 de diciembre en 25 mil millones de dólares, después de pagar en octubre el vencimiento más grande de la década: 5.900 millones de dólares del Boden 15.”

Agrega finalmente: “A toda esta construcción marketinera, hay que agregar un punto más: el déficit fiscal.” (…) “el ministro de Hacienda dijo que el déficit fiscal de 2015 –medido como lo hacen todos los países del mundo- alcanzó el 2,3% del PIB. Pero ese nivel de déficit no servía como excusa para su plan, …” (…) “El objetivo era ‘elevar’ ese déficit para que cumpliera el papel propagandístico.”

El ex ministro demuestra en un par de párrafos la manera en que se arribó al número mágico dicho hasta el cansancio durante la campaña: un irreal e indemostrable 7%. Eso es lo que les dijeron a la vecina y a su marido, que estaban predispuestos a creerlo.

“Este déficit totalmente inventado es el que están usando como justificación para echar gente, achicar al Estado, quitar subsidios, modificar el régimen de jubilaciones y aumentar tarifas.” Un ajuste clásico para achicar al Estado, congelar el consumo y dar liberad total al sector financiero para que vuelva a dirigir la economía sin inconvenientes ni mirones. Hacer bolsa al mercado interno, al mismo tiempo que se hace difícil exportar. Complicado ¿no?, a menos que el objetivo sea llevársela en pala y de paso, retrasar el desarrollo nacional unos añitos.

Total, para pagar los platos rotos esta el “populismo” y boludos como la vecina y su marido.



* Las citas corresponden a “El caso del falso déficit fiscal” por Axel Kicillof; Página 12 del 18/02/2016.

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