Entre tanto bombardeo politiquero y mediatiquero tratando de
demostrar que los votos que ganan elecciones no son válidos si apoyan al
oficialismo, me parece que estaría bueno reparar en algunas cosas que ocurren cuando
existe un Gobierno que trabaja en favor del pueblo y la soberanía económica.
Por ejemplo (y vaya qué ejemplo), el proyecto de ley para proteger el
patrimonio del Estado que se discute en el Parlamento.
Vamos a los datos entonces…
Se trata de “…un proyecto de ley para crear la Agencia
Nacional de Participaciones Estatales en Empresas (ANPE) y buscará asegurar que
la Anses sólo pueda vender las acciones que posee en empresas privadas a través
de una mayoría parlamentaria especial.”1
Lo explicó largamente la Presidenta, en una de esas extensas
cadenas nacionales que muchos no soportan ni escuchan, y se pierden saber de
primera mano de qué manera se defienden sus intereses: “Para que nadie más
pueda disponer alegremente del patrimonio de los argentinos. Esta es plata de
todos que había sido prestada en su momento sin intervención de nadie. Ahora no
es que no queremos que se venda. Que se venda, pero con discusión en el
Parlamento, donde están representadas todas las fuerzas políticas…”2
De yapa, va un motivo más: “Eso le permite al Gobierno tener
representantes con derecho a voto en los directorios, con incidencia sobre las
decisiones corporativas y, tal vez más importante, acceso privilegiado a
información de las firmas.”3
¿De qué se trata esto de “blindar” el patrimonio del Estado?
¿De dónde sale ese Patrimonio? “…consiste en que la venta de las acciones de
distintas empresas que posee la Anses sólo podrá ejecutarse previa discusión en
el Parlamento y aprobación de las dos terceras partes de los legisladores.” (…)
“El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) se conformó a partir de la
cartera de activos, principalmente bonos y acciones, que tenían las AFJP. Eran
préstamos al Estado nacional y a las empresas privadas que las administradoras
del sistema de pensiones otorgaban con el dinero de la capitalización
individual aportado mensualmente por los trabajadores activos.” (…) “Con la nacionalización del sistema
previsional el flujo de ingresos de la seguridad social compuesto por los
aportes y contribuciones, junto al stock de activos, pasó al Estado. Este
último se convirtió en el FGS.”4
Le paso sólo algunos datos de la participación estatal en
empresas privadas como para tener una idea: Banco Macro (31%); San Miguel
(26,96%); Gas Natural BAN (26,63%); Edenor (26,81%); Distribuidora de Gas
Cuyana (26,12%); Siderar (26,03%); Telecom Argentina (24,99%); Transportadora
de Gas del Sur (23,11%); Grupo Financiero Galicia (20,32%); Molinos Río de la
Plata (20,04%); Transener (19,57%); Solvay Indupa (16,71%); Banco Patagonia
(15,29%); Petrobras Energía (11,85%); Petrobras Argentina (11,85%); Aluar
Aluminio Argentino (9,35%); Grupo Clarín (9%); Metrovías (8,55%); Metrogas
(8,13%); BBVA Banco Francés (7,90%); Quickfood (5,27%); Banco Hipotecario
(4,94%); IRSA (4,48%); Inversora Eléctrica (2,09%); Central Puerto (1,75%);
Alto Palermo (1,38%); Transportadora de Gas del Norte (0,73%); Ledesma (0,36%);
Alpargatas (0,01%); y siguen las firmas.
¿Para qué usa este Fondo el Gobierno? “Con el flujo de
ingresos, junto a recursos de la recaudación tributaria, se pagan las
jubilaciones, la Asignación Universal y el Progresar, mientras que el stock
constituye un ‘reaseguro’ para el sistema.”5
El Anses, que algunos tratan de hacernos creer es el “dinero
de los jubilados”, es mucho más que eso. En este Gobierno (y por este Gobierno),
se transformó en la base de la Seguridad Social. No sé si se acuerda (usté
compañero, seguro) pero todo el asunto viene de aquella genial idea de
privatizar el sistema jubilatorio que dio como resultado que el Estado tuviera
que garantizar una jubilación mínima porque los privados jugaban a la timba
financiera o a la libertad del mercado, que viene a ser lo mismo. Cosas de los
noventas… Viene al caso y es de estricta justicia recordar también que fue un
señor llamado Amado Boudou el que le fue con la idea de recuperar estos fondos
a Néstor Kirchner y a la compañera Cristina, que ya era Presidenta. Así fue que
la Anses maneja esos dineros y el Estado participa en muchas empresas.
Bueno, motivo por demás para que muchos empresarios sepan
muy bien por qué no les gusta el modelo. A veces decimos empresarios, pero
algunos no pasan de ser asaltantes que vivieron del Estado en virtud de esa
máxima extraordinaria que postula “ganancias privadas, pérdidas públicas”.
El macrismo, expresión preclara de esos sectores, no tuvo
vergüenza (jamás la tiene) de proponer la subasta en el mercado mundial de este
Patrimonio público, en caso –Dios no lo permita- de acceder al gobierno.
Imagínese, ejecutivos gringos sentándose en el directorio de todas esas
empresas en los lugares que hoy ocupa el Estado. Son expertos en globalización
o globología, el clásico festejo farandulario de este renovado y viejo partido
conservador.
Ocurre que medidas como ésta molestan y molestan mucho: el
Estado sentado en las reuniones de directorio, como un accionista más; el
Estado accediendo a información privilegiada de cómo se manejan esas empresas; el
Estado distribuyendo con el beneficio que le otorga su participación
accionaria. Y el Estado, como dicen en la escuela, somos todos.
El proyecto de ley tiene dictamen de la Comisión
correspondiente en el Senado, que se obtuvo sin la concurrencia de la oposición
(vaya a saber esta vez por qué no asistieron) y por las mayorías que otorgó el
voto popular. Será ley, esperemos, antes de las elecciones de octubre, porque
acá se sigue gobernando hasta el último minuto del último día de mandato.
Para decirlo con toda claridad: “Uno de los puntos centrales
del proyecto es la declaración de ‘interés público’ de las acciones que el
Estado obtuvo como producto de la recuperación de los fondos jubilatorios, en
2008. Al momento de su estatización, las AFJP, creadas por el menemismo en
1993, tenían entre sus carteras acciones de 44 empresas. Por ese motivo, la
Anses, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, heredó el manejo de
esos activos, hoy valuados en 63 mil millones de pesos. Actualmente el Estado
posee representantes en el directorio de 27 de esas compañías.”6
Y si, jode. Pero no a nosotros, los fulanos de a pie. Le
jode a lo que Perón (el viejo General Cangallo) llamaba la antipatria. Porque
sin hacer la revolución socialista, sin hacerle un asco al capitalismo, el Frente
para la Victoria que gobierna la Argentina y que tiene como fuerza mayoritaria
y central al peronismo, reparte más y mejor, custodia la soberanía y el
patrimonio de los argentinos. De eso hay que darse cuenta.
Podemos tener muchos defectos, y los tenemos pero vea, la
celeste y blanca la ponemos hasta en la sopa y la causa del pueblo se la
enseñamos a los pibes desde que nacen.
Fíjese cuando queman urnas, fíjese en estas cosas. Se va a
dar cuenta por qué se queman. Y por qué hay que cuidar lo que es nuestro.
1 a 5 de “Poner a
resguardo el patrimonio del Estado” por Javier Lewkowicz; Página 12, viernes
21-08-2015; págs. 2 y 3.
6 de “Una iniciativa
que va camino al recinto” por S.A.; Página 12, jueves 27-08-2015, págs. 10 y
11.
Cualquier movimiento dirigido a la defensa de nuestra recuperada soberanía les pone los pelos de punta. Tienen el cerebro, el corazón y el alma colonizados. Porque son los descendientes de quienes siempre sostuvieron esa postura interesada, admiradora de lo extranjero en detrimento de todo lo nuestro, incluso de nuestros propios hermanos.
ResponderEliminarSin duda alguna, estamos llegando al fin del año Nº 12 de uno de los mejores modelos que nuestro país ha vivido.
Saludos