“El Centro Cultural Néstor Kirchner (CCNK) es
el emprendimiento cultural argentino más importante de las últimas décadas.”
Así escribía al día siguiente de la inauguración que daría principio a una
inusual Semana de Mayo, el periodista de Clarín Miguel Jurado. Y no es esto un
intento de bardearlo porque –y creo sinceramente que lo hace sin ironías
capciosas- el reconocimiento y la valoración positiva del emprendimiento es
claro en la nota.
Peeeerooo, hay un pero cuando dice también “Su
escala y concepción abruman e inspiran tanto que al recorrerlo parece que
estamos visitando una obra de otro país.” Y ya vamos derrapando sobre una
banana para caer de bruces con un “¿No será demasiado lujo para un país como el
nuestro?”
Veníamos bien pero, a la mierda. Y lo que sigue no responde al sr Jurado ya que
su comentario termina ahí; lo que sigue se me ocurre a mi.
Uno podría hablar de colonización cultural,
pero sería tan obvio y recurrente… hagamos un esfuerzo entonces. Hay varios
crímenes presuntamente cometidos en esto del CCNK. El primero en ser señalado
es su costo, que de un presupuesto de 900 millones pasamos a uno de casi 3 mil
en… diez años, lo que vale a decir si no
fuera una especie de pecado que se vincula con inflación, mayores costos de
empresas constructoras y con que se dota a un Centro Cultural con lo mejor de
lo mejor, hasta ese órgano de miles de tubos hecho en Alemania que calculo va
sin rebaja. Siempre está la posibilidad de que un negro se quede con el peine
que le prestaron en la pensión, pero eso hay que probarlo… en el país de los
ladri de toda calaña, vaya uno a saber si no son justamente éstos los que
levantan el dedito para señalar a los que hacen algo que, encima, queda para
siempre en el patrimonio de los argentinos en general y los porteños en
particular.
Otro gran crimen es el nombre. Es cierto que ya
se habló de eso y mucho pero digamos algo ya que estamos. ¿Habrá que esperar
acaso que venga un gobierno liberal para que homenajee a los héroes populares?
Sabemos que no es así. Los tenemos que homenajear nosotros y está perfecto que
la Presidenta reparta nombres olvidados por la Historia, rescate y resignifique
otros que la Historia deformaba, y señale nuevos. Los héroes de cuando
estábamos todos vivos, como Néstor. Y te digo que el forjador de la Argentina
del principios del siglo XXI se merece un Centro Cultural, centrales atómicas,
avenidas, barrios, y trenes que anda faltando bautizarlos como se debe. Y si
no, hagan un prócer ustedes estimados liberales, pero uno que no venda la
Patria, uno que no masacre a su pueblo, y entonces si ponganle el nombre a todo
eso que habrán hecho a favor del país. Si no lo tienen, nosotros si y aviso que
andamos retrasados.
Un tercer crimen y para terminar, este de la
supuesta humildad argentina. ¿Nos merecemos tanto? ¿no será demasiado lujo? Eso
que dicen las viejas cogotudas de que por qué no utilizan la plata para los
hospitales y no saben –y no quieren saber- que si lo hacemos y en todo el país
(pregúntenle al Coqui Capitanich, por dar un ejemplo nomás). ¿No será demasiado
para este país de mierda, con gente de mierda? ¿No ensuciaremos los mármoles,
los vidrios, no cagaremos en las alfombras, no choriplanearemos por los
pasillos y la ballena azul?
Hipócritas hijos de puta… el plural que usan sólo
encubre que la descalificación está dirigida al pueblo. Porque ellos creen que
si se lo merecen, como también merecen que semejante obra no la haga la Yegua,
no la canten en clave de K, y lo más importante… que no entre cualquiera.
Lástima.
Las citas son de “¿Un lujo
(im)prescindible?”, Clarín del 22-05-2015, pág 7.
Muy bueno!
ResponderEliminarNo problem, si es por el nombre lo que les molesta, ahí tienen uno peor y tan chochos están.... pidamos que a la rivadavia se la llame "avenida del traidor" o del "corrupto endeudador" y listo, no creo que se opongan, o sí?
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