miércoles, 31 de agosto de 2016

NO ERA GRATIS...



Brasil, el tercer golpe de Estado en la era democrática de América Latina. El primero fue Honduras, el otro Paraguay. Está como antecedente el golpe fallido a Chávez en Venezuela, cuando el pueblo fue en su rescate arrinconando a los golpistas en el palacio de Miraflores. Y otros dos que también fallaron: Ecuador y el intento en Bolivia. Salvo el venezolano que tuvo participación militar, el resto fueron los famosos golpes "blandos", esos que se dan con el Parlamento llevándose el arco de la Constitución en el hombro y el apoyo inestimable de la prensa hegemónica y ultraliberal. Apariencias democráticas para cometer un crimen institucional y saltar la expresión electoral de las mayorías y que gobiernen las minorías que perdieron las elecciones. Eso pasó en Brasil, y es de una gravedad que iremos percibiendo a futuro.

Varias cosas para decir, aunque no sea ordenado ni -por supuesto- que una reflexión de orígen a la que sigue en un académico discurso de causalidades. Vamos como podamos, pero pensemos...

En principio recordar que fue la sra Carrió -esa autoproclamada Fiscal de la República- la que, repitiendo el "nuevo" esquema Imperial norteamericano, nos advirtió y advirtió a los gobiernos populares que emergían en América Latina que se podía pensar que gobiernos "legales" por una circunstancial victoria en las urnas, podían convertirse en "ilegítimos" por sus aristas "populistas" y supuestas violaciones a la libertad de prensa (empresas que tienen medios de prensa), corrupción en el manejo del Estado, y en definitiva, oponerse a la acumulación del capital social en forma privada tal como lo postula la dictadura del capital financiero. Fíjese que todos los procesos populares incurren en alguna de esas "anomalías" que vulneran la República, la república oligárquica que politiqueros como la mencionada defienden. Era una voz solitaria que sonaba desafinada en medio de la recuperación del país, que había llegado medio muerto después de la barbarie neoliberal.  

Pero allí quedó la advertencia y los títulos del plan que se aplicaría sistemáticamente como un renovado "plan Cóndor" que esta vez, necesitaba del  consenso de la ciudadanía aturdida por titulares y denuncias, a falta de milicos del comunicado n° 1. Golpes de Estado, lisa y llanamente para obtener los resultados que las dictaduras cívico militares no habían podido coronar.

La perfección facciosa fue la Argentina, qué duda cabe. No necesitaron hacer la chanchada de Brasil. Ganaron en las urnas, tras varios intentos destituyentes que no prendieron. CristinaFK enfrentó las andanadas golpistas durante sus dos períodos, que comenzaron con la autodenominada "crisis del campo" y no pararon nunca. No es que durante el período de Néstor Kirchner no lo hubieran ensayado, pero estaba aún fresca la crisis de representatividad que había deslegitimado el sistema institucional como para que fueran tan a fondo. 

Con esto que ha ocurrido, el Mercosur está en coma 4, y la Unasur seguramente partida en varios pedazos. La revancha liberal no necesita bloques que asuman identidades frente a los bloques que forma el primer mundo, más bien todo lo contrario. 

Aún no acaban nuestras desgracias. Alguna vez se dijo acá que estábamos al principio del desierto y no saliendo; es bueno darse cuenta también de que en la mochila nos pusieron unas latas de anchoas como vituallas para cruzarlo. Así que a apretar los dientes y tomar agua de a sorbos lentos y sin atragantarse.

En tren de ser argencentrista, uno diría que algunos países estaban teniendo recién ahora su "peronismo". En  el caso de Venezuela, Chávez es ese líder popular parecidísimo al General y que además lo estudiaba y lo consideraba como una guía importante. Lula, otro tanto, en una potencia con pies de barro y gente muy embarrada. Evo, algo así, una especie de Perón indio (y el original algo de eso tenía también). En tren de no decir barbaridades, cada uno tiene su proceso y su historia y la experiencia nacional generalmente no es trasladable pero si se pueden encontrar patrones y direcciones comunes. Estaría bueno alguna vez discutir la propuesta del Coqui Capitanich de plantear esa "internacional Justicialista" o como se llame a lo que reúne o podría reunir a estas experiencias recientes sustentadas por partidos y movimientos populares profundamente nacionales -plurinacionales  en algunos casos- antioligárquicos y anti imperialistas. 

Y un poco a eso iba. Tengo presente la foto de los tres mosqueteros en la Conferencia de Mar del Plata, en la que América le dijo que No al Alca en la propia cara de Bush. Y eso compañero tiene costos, no iba a pasar así nomás. Nos golpean donde duele, nos golpean retorciendo la ley, nos golpean con la gente, nos golpean con los propios que flaquean, nos golpean con los miedos que nuestros pueblos tienen después de tantos palos y tanta miseria moral. Nos golpean.

Es una época triste y no hay que negarla pensando en el futuro. Tenemos pasado reciente que mostrar, tenemos adonde mirar para continuar y para reconstruirnos. Tenemos con qué, porque lo vivido no fue al pedo y convenció para este lado a gran parte de generaciones nuevas. Acá, sin ir más lejos se puso en valor al peronismo que venía decúbitodorsal tras el menemismo. Miles de miles se arrimaron a la política sin miedo y con esperanza. No pueden convencer a todos ni todo el tiempo. Nunca se puede. 
 
No se trata de Brasil, se trata de todos nosotros. Y se trata de ellos, de esa puta oligarquía.

Venceremos (quiere decir muchas cosas "¡viva Perón").


viernes, 19 de agosto de 2016

CHORROS



Hay dos clases de chorros: los que reparten y los que no. 


Vamos a hablar un poco de los primeros... Bandoleros sociales, al decir del viejo Hobsbawn (historiador marxista inglés, un grande). Bandidos rurales cantaba León, perseguidos por la milicada y los jueces de paz, que primero manotean para comer y seguir escondiéndose tras una muerte en riña, una muerte en defensa propia o por otros que no se podían defender. Esas cosas, y después que el fugitivo se junta con un compañero que también anda huyendo por las mismas razones y entre los dos se mandan un asalto, un afano acá otro allá y van dando lo que sobra a los que saben afanados desde la cuna. Roban y dan, suelen quedarse con poco. 


Vagos, malentretenidos, quilomberos, terminan viendo la injusticia en todos lados que es donde suele pasearse. Terminan mal, está claro. A alguno la gente lo asciende a santo y le tiene agradecimiento, devoción, le anda poniendo trapos rojos en los caminos. Otros son justicieros nomás, toda gente de pueblo.


Los otros, son gente jodida. Roban y mucho, pero no parece. Lo que hacen no está conceptualizado como afano. La propiedad es un robo, por un decir del anarco cumpa Proudhon, por ahí va la cosa. Son “dueños” e inventores a la vez de los certificados que dan cuenta de tal asunto. Será porque un sabiondo dijo que esto era un “desierto” y no vive nadie en los desiertos. Eso dice la palabra “desierto” que define casi por negación. Es lógico q    que se ocupe algo que está desierto y que no haya ningún problema porque si no había nadie, no era de nadie. Así se solucionó el tema del indio, a papeles, carabina y “huinca malón” ( así le dijeron los originarios del sur a la empresa emblemática de Roca y sus amigos). 


Entre esos milicotes, los casados/as con inmigrantes de plata (que los hubo bastante aunque no se comente mucho) vamos teniendo esos apellidos patricios que dan como resultado una patria de ladrones. E’sasi, con la verdad no ofendo ni temo (gentileza de Artigas, estimado). Y los ladrones hicieron la república amparados por los Ladrones de la City de Londres, a ver si nos entendemos. El capitalismo sin ir más lejos es una interminable negociación entre chorros, que si no lo son por ellos mismos es porque sus antepasados lo fueron. La plusvalía también es hacerse de lo socialmente ajeno.


Pero además, con el tiempo es tremenda la cantidad y complejidad de formas de choreo organizado que esta gente ha fabricado en un imaginario canalla que parece no tener límites. El problema es que tienen buena prensa (para eso la hicieron) y entonces lo que hacen pasa por legalidad, de puro emprendedores que son. 


El pueblo no es ladrón y los movimientos populares tampoco lo son, aunque haya ladrones (que los hay, los hay). Un par de bolsos en un convento no se equiparan a 500 años de saqueo, y no vamos a justificar nada. Pero se las han arreglado para que los ladrones seamos nosotros. Es que algo de lo que decíamos al principio se coló en esta historia más reciente… el peronismo les “robó” el exclusivo manejo de la economía y la política, y se lo dio a gente que no tenía que tenerlo. Ese el origen de que nos miren mal, más allá de que tengamos más de uno que punguea cometas o se arrodilla frente a los patrones (cosas que dan vergüenza). 


La República era de ellos, y nosotros se la ensuciamos en el arrebato. Que quede claro entonces.

miércoles, 10 de agosto de 2016

oli(GARCAS)



Cuando un dirigente se preocupa solamente por sí mismo, se está transformando en un oligarca; algo así enseñaba Evita, algo así. 

Meritocracia; que ahora todo dependa de “vos”; el hablar en singular dirigiéndose a todos; la supremacía del esfuerzo personal; son todas características de un discurso que se contrapone a ese objetivo de que el pueblo sea feliz -y la patria grande- porque nadie se realiza en una comunidad que no se realiza… Cosas de oligarcas.

Por ahí en tren de confundirse, se piensa que oligarquía es solamente “vacuna”, y por lo tanto cosa del pasado. Ahora decimos “neoliberal”, cuando no “sectores dominantes” y bláblá, en tren de no poner “burguesía” y todo eso que suena a marxismo. En el peronismo, ser oligarca es una actitud, aparte de designar a un grupo privilegiado de privilegiados que detentan el poder. Uno puede volverse oligarca si olvida su pertenencia al pueblo, y eso es mucho más terrible que un manual de materialismo histórico.

Uno dice "la Oligarquía" y te aparece la Rural, los señores de galera, bastón y levita. Uno dice: han vuelto a gobernar los oligarcas, y aparece otra cosa. Aparece esto que nos pasa, porque han vuelto a gobernar los oligarcas, de la mano malagradecida de una coyuntural y pequeña primera minoría electoral. Bien, que es decir mal. En definitiva, no hay que hacerse tanto barullo con lo que tenemos enfrente. No es tanta gente, ni la mitad del pueblo. Es lo de siempre, desde que a una parte del pueblo se le ocurrió disputar el poder político (imagine lo que va a ser disputar un día el poder detrás del poder…). Han vuelto. 

Los oligarcas tiran la piedra y esconden la mano, venden gato por liebre, compran casi gratis y venden caro, producen plata propia con plata de otros, fugan, omiten, falsean, perjuran, expatrian. Y cuando conviene, blanquean algo. Mucha gente –no toda, ni todo el tiempo- les cree. Los siguen como en feisbuc, poniendo “me gusta” y peor aún, “me gustará” sin saber de qué se trata. Vea, los tienen encandilados, acaramelados, pasados por agua y tiernitos. A punto de caramelo. Y se los van a lastrar, también. Ocurre que los oligarcas son saqueadores, igualito que sus antepasados de dudosa nobleza que buscaban el Dorado y tuvieron que contentarse con mano de obra india y uno que otro monopolio y contrabando. Digo los de estas tierras y no del Perú o México, como digo los capitanes de la industria, la patria contratista y no la nobleza barroca. Oligarcas si, y también chapuceros. 

¿Qué se hace con esta gente?, digo con la oligarquía que gobierna. En principio, se les debe ganar en elecciones. No porque sea eso lo virtuoso, sino porque es el pacto que hemos aceptado todos. Aunque el gobierno se empeñe en bajar todos los días la calidad institucional, unificar los poderes y elitizar las oportunidades. Ya cuando el viento esté a favor (porque todo pasa), habrá que tocar la constitución para afianzar legalmente derechos y un proyecto nacional de país. Pero es cierto también que la democracia es lo que debe ser solamente cuando se da en favor del pueblo. Lo demás es cartón pintado y no sirve (lo de la república con minúscula se lo pueden meter en...).

Oligarca es un ser y corrompe un estar. El peronismo vino a terminar con la oligarquía que vive parasitando la Patria (suena a ese gauchesco peruca de fines de los cuarenta), porque la verdad es que el peronismo vino a desparasitar. Los oligarcas de toda índole lo saben, a veces mejor que muchos peronistas. 

Uno siempre termina preguntándose por los giros infinitos que da esa bala 22 loca que es la conciencia de los que se sienten de clase media, limpitos, meritorios, merecedores. Tanta tirria con el peronismo, que viene a ser el centro del asunto y el origen de la mal llamada "grieta". Aún los que no piensan en el peronismo o en clave política -a esos que "no me interesa la política"- sienten que tienen que sentir bronca con el peronismo. Los hay prejuiciosos y los hay mal bichos. Los primeros tienen remedio o tratamiento posible, los otros dan que pensar. Son los que necesitan sentirse más, a condición de que haya al lado uno que sea menos. Y necesitan votar a un gobierno que ponga las cosas socialmente en su lugar de acuerdo a la desigualdad. Ese gobierno tiene que ser de derecha. Ese fulano es un oligarca, lleva el veneno en el alma y puede ser cualquier vecino o vecina que se amuralla tras las rejas en los barrios buscando negros chorros en un triste imaginario sin imaginación. Y no ve ni por casualidad a los rubios chorros.

¿Quiere decir uno que todos los votantes del actual gobierno son oligarcas? No papi, no entendiste nada, se trata de describir y pensar, no de insultar a la gente. Demos una vuelta más a ver si se entiende.

A uno le gustaría que hubiera un montón de proyectos de país, de modelos. Pero hay dos probados en la realidad una y otra vez (más veces de un lado que del otro, si me explico). Por un lado esta cosa del populismo como le dicen bajando el precio, que hace base en la producción. Industrializar, reindustrializar, lo habrá escuchado. Insistir con los productos elaborados, las nuevas tecnologías, el valor agregado. Empleo lo más genuino posible. Balance fiscal. Desendeudamiento interno y externo. Consumo, mercado interno en expansión. Exportaciones no tradicionales y nuevos mercados hacia América Latina, Asia y Africa. Educación y en especial la técnica. Expansión de derechos. Suena, durante doce años sonó y cómo. El esquema es ese y es mejorable, tuvo un sinnúmero de malas aplicaciones y un enorme éxito. Negarlo es mentir y mentir mucho.

Por otro lado está el modelo basado en el crecimiento hacia afuera, mirando el mercado internacional como variable privilegiada. Base en mercados globales y el mundo financiero. Producción primaria, reprimarización de la economía, como boom para poder importar todo lo necesario. Endeudarse (y cobrar las comisiones), nacionalizar deudas privadas. Consumo moderado y segmentado, cuando no infraconsumo cosa de liberar productos para la exportación. Se mira la tasa de ganancia. Son los mercados y no tu mercadito. Se vende como una Argentina moderna, pese a que el esquema trata de consolidarse desde que Buenos Aires era un puerto inglés. En este modelo sobra gente, y como sobra en algún momento hay que darles un sopapo para que no jodan. 

En las últimas elecciones se optó por este último planteo. Y entonces volvieron los oligarcas... ahora viene eso de pagar las consecuencias. Del otro lado se aprende, en cada generación se aprende un poco más. En estos tiempos se nota quién es quién, quiénes van para adelante aunque se deba tomar caminos sin peajes y volver al barrio, eso de las bases y la política en chiquito para ir a la política en grande. Se ven los compañeros en serio y los dirigentes que sirven, y los que no. 

Buenas tardes. Y viva Perón.