sábado, 30 de mayo de 2015

DEMASIADO



“El Centro Cultural Néstor Kirchner (CCNK) es el emprendimiento cultural argentino más importante de las últimas décadas.” Así escribía al día siguiente de la inauguración que daría principio a una inusual Semana de Mayo, el periodista de Clarín Miguel Jurado. Y no es esto un intento de bardearlo porque –y creo sinceramente que lo hace sin ironías capciosas- el reconocimiento y la valoración positiva del emprendimiento es claro en la nota.

Peeeerooo, hay un pero cuando dice también “Su escala y concepción abruman e inspiran tanto que al recorrerlo parece que estamos visitando una obra de otro país.” Y ya vamos derrapando sobre una banana para caer de bruces con un “¿No será demasiado lujo para un país como el nuestro?”

Veníamos bien pero, a la mierda. Y lo que sigue no responde al sr Jurado ya que su comentario termina ahí; lo que sigue se me ocurre a mi.
 
Uno podría hablar de colonización cultural, pero sería tan obvio y recurrente… hagamos un esfuerzo entonces. Hay varios crímenes presuntamente cometidos en esto del CCNK. El primero en ser señalado es su costo, que de un presupuesto de 900 millones pasamos a uno de casi 3 mil en…  diez años, lo que vale a decir si no fuera una especie de pecado que se vincula con inflación, mayores costos de empresas constructoras y con que se dota a un Centro Cultural con lo mejor de lo mejor, hasta ese órgano de miles de tubos hecho en Alemania que calculo va sin rebaja. Siempre está la posibilidad de que un negro se quede con el peine que le prestaron en la pensión, pero eso hay que probarlo… en el país de los ladri de toda calaña, vaya uno a saber si no son justamente éstos los que levantan el dedito para señalar a los que hacen algo que, encima, queda para siempre en el patrimonio de los argentinos en general y los porteños en particular.

Otro gran crimen es el nombre. Es cierto que ya se habló de eso y mucho pero digamos algo ya que estamos. ¿Habrá que esperar acaso que venga un gobierno liberal para que homenajee a los héroes populares? Sabemos que no es así. Los tenemos que homenajear nosotros y está perfecto que la Presidenta reparta nombres olvidados por la Historia, rescate y resignifique otros que la Historia deformaba, y señale nuevos. Los héroes de cuando estábamos todos vivos, como Néstor. Y te digo que el forjador de la Argentina del principios del siglo XXI se merece un Centro Cultural, centrales atómicas, avenidas, barrios, y trenes que anda faltando bautizarlos como se debe. Y si no, hagan un prócer ustedes estimados liberales, pero uno que no venda la Patria, uno que no masacre a su pueblo, y entonces si ponganle el nombre a todo eso que habrán hecho a favor del país. Si no lo tienen, nosotros si y aviso que andamos retrasados. 

Un tercer crimen y para terminar, este de la supuesta humildad argentina. ¿Nos merecemos tanto? ¿no será demasiado lujo? Eso que dicen las viejas cogotudas de que por qué no utilizan la plata para los hospitales y no saben –y no quieren saber- que si lo hacemos y en todo el país (pregúntenle al Coqui Capitanich, por dar un ejemplo nomás). ¿No será demasiado para este país de mierda, con gente de mierda? ¿No ensuciaremos los mármoles, los vidrios, no cagaremos en las alfombras, no choriplanearemos por los pasillos y la ballena azul?

Hipócritas hijos de puta… el plural que usan sólo encubre que la descalificación está dirigida al pueblo. Porque ellos creen que si se lo merecen, como también merecen que semejante obra no la haga la Yegua, no la canten en clave de K, y lo más importante… que no entre cualquiera.

Lástima.
Las citas son de “¿Un lujo (im)prescindible?”, Clarín del 22-05-2015, pág 7.

sábado, 23 de mayo de 2015

TESTAMENTO



"En el nombre de Dios Todo Poderoso a quien reconozco como hacedor del Universo: Digo yo José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú y Fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile, y Brigadier General de la Confederación Argentina, que visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente Testamento lo siguiente:

"Primero, dejo por mi absoluta Heredera de mis bienes, habidos y por haber a miúnica hija Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarce."

"Segundo. Es mi expresa voluntad que mi hija suministre a mi hermana María Elena, una pensión de mil Francos anuales, y a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila, una de 250 hasta su muerte, sin que para asegurar este don que hago a mi hermana y sobrina, sea necesaria otra hipoteca que la confianza que me asiste de que mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente esta mi voluntad."

"Tercero. El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al Genera! de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla."

"Cuarto. Prohibo el que se me haga ningún género de Funeral, y desde el lugar en que falleciere, se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía, el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires."

"Quinto. Declaro no deber ni haber jamás debido nada a nadie."

"Sexto. Aunque, es verdad que todos mi anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta, y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura, todos mis esmeros haciendo mi vejez feliz. Yo le ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido; igual encargo hago a su esposo, cuya honradez y hombría de bien no ha desmentido la opinión que había formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi hija y nietas."

"Séptimo. Todo otro Testamento o Disposición anterior al presente queda nulo y sin ningún valor."
"Hecho en París a veintitrés de Enero del año mil ochocientos cuarenta y cuatro, y escrito todo él de mi puño y letra – JOSE DE SAN MARTIN

Artículo adicional. Es mi voluntad que el Estandarte que el bravo Español Don Francisco Pizarro tremoló en la Conquista del Perú sea devuelto a esta República (a pesar de ser una propiedad mía) siempre que sus Gobiernos hayan realizado las recompensas y honores con que me honró su primer Congreso." JOSE DE SAN MARTIN

viernes, 1 de mayo de 2015

LA FIESTA



Era un día de lucha… eso de los mártires de Chicago, desastre. Y las minas de la hilandería ahí todas incendiadas que vino a ser un 8 de marzo. Obreros, obreras. Se sabe, harapo, cama caliente como para no desperdiciarla entre los turnos y el mostruo grande pisando fuerte con el lomo lleno de chimeneas. La Inglaterra, el origen de la clase obrera de Thompson, mamita.

 Lo que enternece del zurdaje son las buenas intenciones (porque uno ¿vio?, tenía de esas intenciones). Y lo raro es esa marejada de obreros fisicoculturistas de los murales, que miran todos palmismolado como los egipcios. Las banderas que en el bronce no se sabe, pero son rojas. Muy rojas. Hasta en la película  de John Reed (que es Warren Beatty en la realidá) te cantan la Internacional en ruso y se te llenan los ojos de lágrima como si entendieras…

Viste. Esasí, porque a uno los trabajadores del planeta que sean lo emocionan, porque uno aprendió así. Abuelas, tías de oficios, de conventillos, obreras del vidrio, parientes ferroviarios con uno ahí de chico viéndolos laburar en el sur de Buenos Aires donde el cielo era más grande y los árboles más altos. No sé, cosas que uno aprendió como decía. El viejo que rezongaba todos los santos días por ser asalariado pero te lo hizo amar de tan porfiado, él que de ascenso social por el laburo algo sabía. El laburo como la desocupación son cosas que se aprenden de chico. Porque no somos hijos de Mitre ni de ninguno de esos. Somos hijos de laburantes. Así. Cultura del trabajo. Así, y eso contando todas las veces que nos escapamos y fuimos incultos. Pero… así. 
 
Y de pendejo grande uno le puso el marco internacional, enlazó la mal aprendida historia de nuestros obreros con los Obreros del Mundo y en otra forma de mirar para afuera admiramos profundamente al Proletariado Mundial.

Acá un día me enteré de lo de la fiesta del Trabajo. Es un día de lucha, fiestas hacen los burgueses, decían por ahí no se si por ideología o de puro resentido. Me costó un poco, porque lo de enserio cuesta pero entendí. Sabés lo que es vestirse de fiesta, sentirse de fiesta, saberse de fiesta… no, no sabés y ellos tampoco lo sabían.

Acaso algún palurdo piensa que la clase obrera fue un invento de Perón… si fue al revés (o no, pero de tanto en tanto parece). Entender que el de abajo no labura por el pan y para hacer la revolución socialista mundial, sino para ganar más, progresar y bancar cada vez mejor a los pibes, darse un gustito y salir un domingo. Cuando hubo algo que festejar, los trabajadores argentinos armaron con Perón la Fiesta del Trabajo. Y lo hicieron el 1° de Mayo.

No era un día de lucha… avisá, sabés lo que esos peruca de mameluco la yugaron y la iban a pelear todavía, sabés que ese movimiento iba a poner todos o casi todos lo muertos, los mártires, los desaparecidos. 

Fiesta, si, ahora también tenemos mucho para festejar. Y también tenemos mucho vendido que se pone el escudito peronista para decirnos que las tarifas de los trenes tienen que subir, se sacan fotos con el bisnieto de Braden, y no se les ocurre luchar por todos los que están en negro, por todos los que ese sistema de mierda dirigido por la puta oligarquía de la dictadura cívico militar y los traidores tiró al costado de la ruta. Hay mucho por hacer compañero, hay mucha lucha en el Día del Trabajador. Pero que le quede claro una cosa: como nosotros tuvimos Patria con Perón (y la seguimos teniendo) también hay Fiesta, una gran fiesta del Trabajo y nos andan faltando algunos invitados que tenemos que buscar.

¡Viva el 1° de Mayo! ¡Viva Perón!