jueves, 26 de agosto de 2010

ESTOCOLMO

A veces uno no comprende muy bien... ¿Son algunos -casi todos- los "dirigentes" de la oposición emergentes de esta sociedad maltratada o es que la gente se toma licencias éticas -no creer en casi nada- porque la dirigencia política es poco sería y permite que tener una escala de valores sea una tarea pedorra?

Esto viene a mi asombro por las reacciones ante el discurso presidencial respecto de Papel Prensa (pero podría ser otro tema también crucial). Irresponsabilidad, hijaputez, estupidéz, complicidad, amor por el Enemigo, algo de esto les cabe.

La "oposición", aún los que se creen "progres" como el señor Solanas y el señor Lozano, se encuadran cada vez más en lo que conocemos como "sindrome de Estocolmo". Profesan una mal o nada disimulada admiración por lo peor que ha dado este pobre país. Se sacan fotos con la Mesa de agrogarcas, encuentran maniobras clientelísticas en el Subsidio a la Ninéz, sabotean la ley de Medios, y ahora desmienten contra toda evidencia el modus operandi de la dictadura para quedarse con empresas y darselas a sus amigos. Se llama "complicidad", porque no da para recomendarles una terapia.

Y va sin foto porque ya me calenté.

sábado, 14 de agosto de 2010

JUSTICIA (al fin)


La Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las Causas por Violaciones a los Derechos Humanos dio a conocer recientemente datos en los que hay que reparar. Por ejemplo, que “Las 656 personas procesadas se pueden reunir en dos grupos: 325 imputados ya contaban con al menos una causa transitada a la etapa de juicio y, por otro lado, hay 140 imputados que alcanzarían en lo inmediato la etapa de juicio oral” (…) “desde el comienzo de los juicios ya fueron condenadas 123 personas, de las cuales 110 fueron encontradas culpables y 13 resultaron absueltas” (…) “En la actualidad hay 464 personas detenidas: 55% en unidades penitenciarias, 39% en detención domiciliaria, 4% en dependencias de fuerzas de seguridad y el 3% restante en hospitales y en el extranjero. El dato más importante es, sin duda, que ya no quedan personas detenidas en unidades militares.” (Tiempo Argentino del jueves 8-7-2010, página 5).

Unos días después, otro diario publicó: “(…) los resultados hasta el momento no son desdeñables. Se dictaron condenas. Se acaban de conocer en Santa Fe las penas solicitadas contra Mario Facino por el secuestro y el homicidio de una integrante de las Ligas Agrarias. En Rosario se leyó la acusación contra los imputados, entre los que están Ramón Genaro Díaz Bessone, por crímenes cometidos en el CE de la Jefatura de Policía. Por diez víctimas comienza en San Martín el juicio contra Reynaldo Bignone, Santiago Riveros y Luis Patti. El 9 de agosto se inicia en Mar del Plata el juicio por nueve homicidios en la Base Naval y entre los imputados está el entonces jefe de Inteligencia, Alfredo Arrillaga. Se está realizando en La Plata el juicio por crímenes cometidos en la Unidad Penitenciaria 9. Este mes (agrego: por agosto), además, se oirán los alegatos en el juicio por el CE Atlético, Banco y Olimpo. Los testimonios de sobrevivientes en los juicios por Esma, Vesubio y Automotores Orletti siguen su marcha. En septiembre, el juicio por la existencia de un plan sistemático de apropiación de niños.”

“En San Rafael, Mendoza, seis represores son juzgados por cuatro víctimas. En Córdoba, Jorge Rafael Videla, Luciano Benjamín Menéndez y otros 27 imputados afrontan acusaciones por crímenes en el CE de la provincia. En Santiago del Estero el 10 de agosto empieza otro juicio contra Videla, Menéndez y Domingo Bussi (caso Kamenetsky). En el Chaco se oyen testimonios por la masacre de Margarita Belén contra nueve imputados. Y mañana (agrego: por el 2/8) empieza en La Pampa el juicio por secuestros y torturas cometidos contra treinta personas en dependencias policiales. Y la lista continúa.”

“Otro avance son los juicios contra civiles, como José Alfredo Martínez de Hoz, procesado por el secuestro de los empresarios Gutheim. En el caso Papel Prensa la Justicia Federal de La Plata investiga los secuestros y torturas sufridos en dependencias del Circuito Camps por personas relacionadas con el grupo Graiver, para desapoderarlas de las acciones y beneficiar a los posteriores dueños de la empresa, propietarios de grandes medios de comunicación (agrego: Clarín y La Nación, por ejemplo) .” (Miradas al Sur del domingo 1º-8-2010, página 18).


Es decir, esto es lo que se está haciendo en la “era K” y es por esto, entre otras cosas, que varios destacados representantes de las organizaciones de Derechos Humanos consideran que el “enemigo” ya no mora en la Rosada.


No es cierto que –como me dijera un militante radical ofuscado una vez- se actúe de esta manera porque ahora los militares ya no son un problema y todo lo que se haga reditúa políticamente. Hubo que esperar más de treinta años, soportar imposibles chantajes y miserias, enfrentar el descrédito de la Justicia y la política y, lo que es mucho peor, sufrir la afrenta de que alevosamente se vuelvan a llevar a un compañero como Julio López con lo que algo así significa, teniendo en cuenta también que se debió haber protegido mejor a los denunciantes-testigos.


Entonces, no hay milagros ni especulaciones. Esto sencillamente es defender los derechos humanos y mantener desde la política bien alta la memoria. Y que la Pando se encadene al infierno.

viernes, 6 de agosto de 2010

SI QUERÉS LLORAR... (la alianza de los hipócritas y los pelotudos)

"(A pesar de que) la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Asociación de Empresarios de la Argentina (AEA), principales entidades patronales del país, (...) reclamaron ayer 'seguridad jurídica' y 'reglas claras' para el país, cuando muchos de ellos han pedido ayuda fiscal del Estado argentino para solventar sus millonarios proyectos de inversión ..." Leemos en el diario K de reciente aparición Tiempo Argentino (jueves 5-8-2010, "La UIA claudicó ante la AEA" pág. 12) con asombro, pero la cita sigue:
"...por ejemplo, el titular de Fiat, Cristiano Rattazzi tiene un proyecto por el cual está buscando capitales a través del Fondo de Financiamiento del Bicentenario por $ 300 millones. También Sebastián Bagó, titular de Laboratorios Bagó, presentó proyectos de inversión por $ 179 millones, y también está buscando el patrocinio del Fondo del Bicentenario. Cabe recordar que esta iniciativa del gobierno nacional se destina a inversiones a una tasa anual fija de 9,5% en pesos. (...) Adrián Kayfmann, del Grupo Arcor, también reclamó 'seguridad jurídica', no obstante busca presentar un proyecto por $ 60 millones, con el beneficio de la Ley de Promoción de Inversiones, la cual permite beneficios fiscales como la devolución anticipada de IVA, o la amortización acelerada de Ganancias. (...) Federico Nicholson, de Ingenio Ledesma, ingresó un proyecto de inviersión de la empresa Glucovil por $ 11 millones, también bajo el paragüas de esa ley."
Estoy cansado de escuchar en sobremesas familiares domingueras que tal o cual empresa, tal o cual ejecutivo, off de record y bajito dice que nunca ganaron como ahora, que este gobierno les permitió levantarse de la nada (o del desastre del 2001) desdiciendo la tirria y el odio de clase que destilaron minutos antes contra el binomio K. Entonces ¿cuál es?
Nadie está obligado a comulgar ideológica o políticamente con un gobierno (este por ejemplo) o una idea (el peronismo por ejemplo) porque la situación económica generada por estos le sea ampliamente favorable. A lo que si se está obligado es a no mentir. Sería justo (miserable también, pero justo) decir: "Nos está yendo muy bien gracias a las medidas adoptadas por este gobierno, pero no estamos de acuerdo con la redistribución de las ganancias ni con el gasto social que conlleva. Queremos retener el máximo de la ganancia". Duro, antisocial pero honesto.
De la misma manera, se puede decir algo acerca de vastos sectores de las capas medias que, con cara de tragedia, se lamentan de absolutamente todo como si un destino fatal los persiguiera. Teniendo dos macetas en el balcón como toda aproximación al campo, se condolían de la "agresión" que el gobierno inflingía a tan nobles sectores productivos. Envidiando marcas de cartera, acusaron una y otra vez a Cristina de "soberbia" repitiendo como loros lo que caía del multimedios de la sra de Innoble. Sin saber un carajo de economía, putearon cada medida, cada afirmación del Estado, nostalgiando sin ponerse colorados las idas épocas de la convertibilidad.
Esa ha sido la alianza neoliberal: victimarios con víctimas en pujante desborde. Ahora también se juntan, pero para lamentarse. ¿Y si el período K es más largo de lo esperado¿ ¿Y si "estos" vuelven a ganar?
Recordaba dos escenas. Una, la de un viejito caminando cerca de la Rosada que, de pronto, hace un gesto como de mandarlos a la mierda. Nadie lo veía, no lo hacía para que lo viera nadie, era él y su bronca. Otra, una kineseóloga que me atendió y deseaba que así como se le habían roto tejas de su casa con la tormenta de hace unos meses (todo ocurría en zona norte) se le rompiera el techo o la cabeza a Cristina en la Quinta. ¿Qué decir?
Es gorilismo, es antiperonismo. Pero también es pelotudéz. Por suerte hay mucho del otro lado y mucho para decir (no es en esta nota). Se ha recuperado espacio y mucha gente vuelve de esa actitud contrera y ciega. Pero asombra -desconcierta a veces- la caraduréz de los hipócritas y la correspondencia de los necios.

lunes, 2 de agosto de 2010

O FLAMEARA SOBRE SUS RUINAS


26jul2010, 19:58 – Escribo envuelto en la calefacción de una pizzería paqueta. A metros Colón sube y en la cima la mansión Ortiz Basualdo se mira; a la vuelta, pegada y escondida, duerme la casona de los Blaquier.

Hace cincuenta y ocho años es posible que en alguno de estos palacios de nuestra aristocracia (con olor a bosta), la mujer del casero arrodillada frente al retrato, vela en mano y la otra espantando las lágrimas –con esa cosa pesada que hunde el pecho- esté rezando. Esta noche sólo cabe rezar. Los patrones no vendrán hasta fines de noviembre (¿en qué ciudad de Europa estaban las señoras a esta hora?). Es posible también que los hombres de mando apuren una copa en Jockey. Motivos para festejo…
Aquí, en Mar del Plata, la radio (bajita) marca los minutos de la desesperación. Anteayer marcharon. Hicieron una interminable llamarada de antorchas pidiendo el milagro que Dios no va a conceder.
¿Por qué no hay justicia, por qué no existe la justicia? Tiene sólo treinta y tres años…

Nos dio ocho y algo más de seis si contamos la acción directa, esa vida pública. Y nada más. Y con esos años dio vuelta el mundo. Sería yo otro escribiendo ahora si Ella no hubiera pasado.

La veo venir y seguir de largo; cuando trato de hablarle ya no está. Los libros me dan pistas, voy a los lugares, toco. Pero no. Vi los vestidos, las fotos de las fotos, el prendedor del escudo. Pero no. Y como muchos, leí al General primero para entenderla. Y entendí. Me hizo falta Ella para amar, sin embargo. Es la única manera de entender. Pasionalmente, fanáticamente (¿era así?).

Orillé la lucha sindical y las conquistas también tenían un mensaje para mí. Pero todo en un costado me hablaba de Ella. Y para qué hacer citas del incendio, de los conjuros populares cuyo poder reside en su cabellera suelta. En su voz agrietada y aguda de grabaciones que remasterizamos cada tanto, como para no perderla.

Pero se nos pierde. Ocurre que me tocó nacer cuatro años después y desconocer casi todo. Tuve que nacer en la edad oscura y lejos de sus ojos.

El corazón le sale del pecho. Vacila, no quiere levantar la cara. Ni oír la radio; que no transmita más nada. Se está por parar el mundo. Es eso. Pobre caserita perdida en la casona de los Ortiz Basualdo. El eco devuelve un llanto viejo, tan asustado.
Se quedan en el Jockey un rato más. Está la mesa de siempre. Los abogados, los empresarios, los vacunos, los gringos amistosos, los políticos amigos de los gringos. Todos saben en lo más íntimo que deben estar juntos un rato más esta noche.

Y yo tan agarrado a otra Argentina, con morochos peinados y castaños desteñidos. Postmoderna de tanta lluvia ácida. Trato (mos) de recobrar el aliento, porque tal vez esta vez.

26jul; 20:25 – La radio brama lo que tanto esperaban. Descorchan champagne, se abrazan. El Jockey es una fiesta (otra fiesta después de tanto tiempo).
Un gemido agudo de animal alcanzado por la perdigonada -herido de muerte- va por las habitaciones cerradas. La chinita llora a moco tendido. ¿Acaso Dios no existe?, acaso Dios no escucha a los pobres. La noche hace prisioneros en cada alma, la sirvientita la primera.
Los mozos del Jockey, embanderados y pasantes entre las mesas. Uno se sale de línea, se cubre tras las cortinas y se agarra la cabeza, se arranca el moño y llora como un chico
.
Berrera como el huérfano que es. Y se queda así, en cuclillas en un rincón con un miedo tan grande como el futuro. Dios, qué soledad.

¿Cuántos han sido vengados? ¿cuántos fueron reivindicados, cuántos los rescatados? Menos, menos de los que sufrieron. La historia es así de puta, sólo cuentan los salvados (y siempre son menos).

Pero fue imborrable. Fue maravilloso. Una tormenta inesperada, un verano en el que todos los que nunca, veranearon.

Vengo de ese país, aunque no lo haya conocido. Reconozco guiños que van de mirada en mirada, para hundirse en el pelo negro de esta noche (voraz, feroz, compañera).

Es eso. Y ahora es esto. Año a año se nos van llevando a los que quedaban con los pies aún húmedos de esa fuente. Anécdotas grabadas. Y una pira que señala el rumbo de los muertos. Tragedias arrumbadas junto a maravillas. Es nuestra historia, grande y cotidiana. Es un rejunte de miserias y también de miserables. El cuadro de honor de los traidores. Y los perros de la guerra haciendo de próceres. Los asesinos. Ese tiempo mediocre de estar vivos. Nuestra personal historia. La familia de hijos y también de posguerra. Los miedos embaldosados y ese sentido común que nos ha sido tan esquivo.

Y este ahora concreto en el que la única verdad es la realidad. Es cierto que se puede correr la línea de la cancha, para hacerla más grande y que cada día quepa uno más. Ahora es ahora.

Igual tenemos metido tu nombre para empujar hacia la victoria, con el heroísmo de estos días (tan discreto). De última, siempre tenemos guardada esa bandera que flameará sobre las ruinas.